Las leyendas del Paraguay más aterradoras e interesantes

En este interesante post te mostramos todo lo relacionado sobre cuáles son las leyendas del Paraguay, el yerbe mate, karau, ñanduti, y mucho más, no dejes de leerlo. Las leyendas de este país tiene en común historias que comparte con otros países de América, y todo gracias al intercambio de cultura entre los españoles y los indígenas.

Mitos y Leyendas del Paraguay

Dentro de la mitología del Paraguay o como algunos también la conocen: mitología guaraní, se caracteriza por crear historias que están alejadas por completo de aquellos seres casi omnipotentes que se encuentran en otras narraciones del mismo tipo. Lo que quiere decir que, en estos relatos es posible que se puedan encontrar personajes comunes y corrientes, cuyas hazañas logran tocar el corazón de quien las lee.

No obstante, se dice que un punto en común que tiene las leyendas de Paraguay con las de otras regiones es que cada una de ellas nacieron justo en el tiempo en el que estaba ocurriendo la mezcla entre la cultura española y la indígena.

El mito de Jasy Jateré

Existen varios libros en donde se pueden encontrar los principales mitos de Paraguay, en el que predomina el de  Jasy Jateré, quien es una especie de gnomo que anda libremente por el bosque. El significado en castellano de su nombre es: fragmento de luna. Se conoce que se la pasa recorriendo los campos de cosecha precisamente a la hora en la que la gente acostumbra dormir la siesta, más que todo en esas regiones rurales en donde todavía esa tradición se sigue realizando.

Lo describen con el cabello rubio y los ojos de color azul, otras de sus características con las que se puede identificar es que generalmente anda sin ropa. No solo esto, lo que más llama la atención es la pequeña vara dorada que siempre carga con él. Hay quienes tienen la creencia de que con el uso de la vara las víctimas van hacia él, sin voluntad propia. Una vez que Jasy Jateré se de cuenta de que la persona que atrapó, goza de un buen estado de salud, inmediatamente lo lleva con su fraterno Ao, quien lo devorará al momento.

En otros mitos

Se conoce que también tiene la cualidad de imitar el cantar de las aves. Tal vez sea esa la razón por la que algunas personas lo llaman como el "Cupido guaraní". Sin embargo, en otra de los relatos que existen se dice que a Jasy Jateré le gusta jugar con los niños. En primer lugar pasea por las casas del pueblo hasta que encuentra a un pequeño niño que ya esté durmiendo la siesta, y luego lo invita a que vaya con él a comer un poco de miel con frutas.

Una vez hecho esto, se dedica a jugar un rato con el niño, hasta que el sol esté por ocultarse, y en ese momento lo regresa a su hogar sin hacerle ningún daño. Haciendo que el pequeño ya no quiera comer nada cuando llega la hora de la cena. Esta es la razón por la que las madres paraguayas no dejan salir a sus niños durante la hora de la siesta, ya que no quieren que corran el riesgo de encontrarse con Jasy Jateré.

El mito de Luisón

Según todo lo que se conoce de esta historia, a Luisón se le considera en lo más bajo del folklore guaraní como "El Dios de la Muerte". Se le dió ese sobrenombre, ya que en muchas de los relatos en donde él aparece, se le ha visto andando por  las afueras de los camposantos, ya que una de sus adicciones era exactamente la de devorar los restos humanos de las personas que descansan ahí.

De igual manera, se dice que los días martes y los viernes de todas las semanas el Luisón cambia su imagen y pasa de ser humano y se convierte en un can bastante desagradable. Lo describen como un perro de colmillos muy grandes, de él tiende a salir un olor muy nauseabundo. Los días siguientes es decir: el miércoles o el sábado por la mañana, vuelve a cambiar su aspecto a una persona, La única diferencia es que ahora en vez de estar bien arreglado, es un hombre desaliñado y sucio, con la mirada muy triste.

Otra de las versiones existentes de este mito hace referencia y recalca en que un matrimonio que haya tenido sólo hijos varones, debe preocuparse si llega a darse el caso de tener un séptimo embarazo, ya que sin lugar a dudas ese pequeño cuando se grande se transformará en la reencarnación del Luisón.

Tradición literaria oral del Paraguay

El Paraguay tiene una gran cantidad de leyendas y mitos que son denominados como el ingrediente especial en el folklore de ese país, no son más que pequeñas muestras de las creencias, el arte y la imaginación de los habitantes de la zona. Así como también, forman parte de los principales temas que avivan la belleza literaria de los pueblos. Estas leyendas del Paraguay fueron creadas para poder dar a conocer hechos difíciles de explicar. Entre las leyendas más conocidas se encuentran: "La leyenda de la Yerba Mate", "la del ñanduti", "la leyenda del Karau" entre otras.

Este país goza de un riqueza en fauna, flora, artesanía y música, y es muy amplio en el ámbito cultural. Es una tierra que cuenta con mitos y leyendas que la hacen aún mucho más interesante y misteriosa. Se sabe que la mitología guaraní tiene una gran variedad, y lo que más importan de estos mitos y leyendas es que no son sólo personajes completamente ficticios, difíciles de imaginar e incorporarlos a la vida cotidiana, más bien no cuentan con poderes que sobrepasen el límite de lo natural y lo que puede ser real.

Por lo general lo mitos guaraníes tienden a ser más increíbles, animales feos, personas que contraen maldiciones, historias que fácilmente pueden ser adaptadas a la vida cotidiana. Los mitos guaraníes son para muchos parte del tesoro nacional, parten de una nación especial que resultó de la unión de americanos y europeos, es decir entre guaraníes y españoles.

Leyendas del Paraguay Cortas

Las leyendas son conocidas como un "invento" que ha surgido de las civilizaciones más primitivas para poder tratar de darle una explicación a un fenómeno o hecho para el cual no se tiene  ni existe una respuesta racional y lógica.

En este artículo, vamos a presentarles unas de las historias más populares y conocidas dentro de la cultura guaraní.

La Leyenda de la Yerba Mate

Dentro de las leyendas del Paraguay, hay una historia que cuenta que hace muchos años en una localidad cercana a los Saltos del Guairá, allí habitaba un matrimonio con su hija en una cabaña rústica. La joven era una muchacha buena y muy bella.

Se dice que una noche, un sujeto llamó a la puerta de su hogar, y le pidió al dueño de la casa que le dejara pasar la noche y dormir ahí, ya que se encontraba muy cansado por el viaje que había realizado. Además dijo que si le daban  la oportunidad de dormir ahí, una vez que saliera el sol, al día siguiente se iría de la casa inmediatamente. Entonces el jefe de familia decidió aceptar la petición, ya que notó en los ojos del hombre que decía la verdad.

Después de todo esto

El dueño de la casa le pidió a su esposa que matara a la última gallina que les quedaba, debido a que tenían que atender a su huésped con lo mejor que tuvieran. Una vez que cenaron, el matrimonio le brindaron su cama a el viajero, mientras ellos durmieron en el suelo. Cuando salió el sol al día siguiente, el hombre ya se encontraba acomodando sus cosas para irse del lugar, cuando decidió mandar a llamar a los integrantes de aquella familia que también lo habían tratado.

– "Tengo algo que confesarles, apreciables amigos. En realidad, soy un enviado del cielo para premiar a la gente que hace buenas acciones de manera desinteresada. Desde que entré a su hogar, me di cuenta de que ustedes son una familia de bajos recursos. No obstante, me dieron de comer y de beber, sin importarles que eso significaba el quedarse sin alimentos".

El jefe de familia quedó sorprendido por aquella confesión, y le dijo a aquel sujeto que no podía aceptar ningún tipo de pago, ya que lo que había hecho, lo hizo con todo gusto.

Pero como era de esperarse, el ángel insistió y les comentó:

– "Haré que su hija sea inmortal".

Una vez que terminó de pronunciar esas palabras, el hombre realizó un movimiento con sus manos y el cuerpo de la joven fue transformado en una planta, la misma que fue sembrada afuera de la casa.

– "Las personas podrán quitarle sus hojas, pero siempre volverá a florecer".

La planta que le mencionaba era la Yerba Mate, que era usada para preparar una infusión característica de los pueblos sudamericanos. Las ramas y las hojas se tuestan con delicadeza hasta que sueltan todo su aroma.

La leyenda de Karau

Según las narraciones de las leyendas del Paraguay, hay una historia que relata que un día Karau salió por la tarde de su casa con el fin de ir a buscar medicamentos para su madre, que se encontraba muy enferma. Pero entonces, Cuando se encontraba caminando rumbo a la botica, se dió cuenta que en una de las casas cercanas estaban celebrando una fiesta muy amena.

Decidió asomarse y ya que conocía a los anfitriones, entró para echar un vistazo. Entonces olvidó por completo su encomienda, entonces sacó a la pista de baile a la joven más guapa, quien además aceptó, gracias a que Karau también era un joven bastante atractivo.

En su mente pasaba solo la idea de bailar una pieza o dos con la chica. Sin embargo, los minutos se fueron convirtiendo en horas.

De pronto

Una persona le tocó el hombro al chico, Karau giró su cabeza para ver de quien se trataba y se dio cuenta de que quien buscaba de llamar su atención era uno de sus mejores amigos, e iniciaron la siguiente conversación:

– ¿Qué sucede? ¿Porque me interrumpes?

– Vengo a darte una muy triste noticia. tu madre ha muerto.

– ¿Y para eso vienes a distraerme? La gente muere todos los días y no por eso debemos de dejar de disfrutar la vida. Te pido que regreses por donde viniste y me dejes seguir en la fiesta. Ya tendré el tiempo suficiente para llorar mi pena, más por el momento prefiero seguir sintiéndome feliz. Replicó Karãu sumamente molesto.

Justo en el momento en el que el reloj marcaba exactamente la 1:00 de la mañana, la bella mujer de la reunión se despidió del joven:

– Tengo que irme a casa. Ya es muy tarde.

– Yo te llevo. Sólo tendrás que decirme dónde vives.

– Vivo detrás de aquella colina que ves ahí. Hoy no quiero que me acompañes. Sin embargo, puedes venir a visitarme por las tardes en las que la melancolía por haber perdido a tu madre no te deje en paz.

En ese preciso instante, después de haber escuchado esa frase Karau se arrodilló y para pedirle perdón al cielo, ya que se había dado cuenta que,por culpa de él su mamá había muerto.

Juramento de luto

Minutos después, el chico realizó un juramento en el que prometió andar sin rumbo alguno por los pantanos vestido con ropa de luto hasta el último día de su vida, ya que sólo con eso podía recibir el perdón de su madre en algún momento por haber sido un hijo irresponsable.

Por lo que, el dios Tupa escuchó el juramento que aquel joven le había hecho al cielo y decidió convertirlo en un ave negra, que estaría condenada a llorar sus penas en las desembocaduras de los ríos por el resto de la eternidad.

Existen testimonios de que existen otras versiones de esta historia de las leyendas del Paraguay en idioma Guaraní.

Leyenda de Ñanduti

Esta es una de las leyendas del Paraguay que narra los hechos que vivió Samimbi, quien era una chica muy bonita e inteligente, de quien dos fuertes y poderosos guerreros guaraníes estaban enamorados. El primero de ellos llevaba el nombre de Yasyñemoñare ,el cual significa en castellano "Hijo de la luna". Así que el otro se llamaba Ñanduguazú, pero casi todos le conocían como Ñandú.

Se dice que una noche de luna llena en la que Yasyñemoñare se encontraba rezando al pie de un árbol, cuando le suplicaba la ayuda divina divino a Tupã, con la finalidad de que éste le facilitara la entrada al corazón de Samimbi, entonces vió que en la copa del árbol donde estaba se movía algo muy hermoso parecido a un encaje de color de plata.

Inmediatamente, el joven guerrero empezó a trepar con la única intención de agarrarlo y después regalárselo a su amada. Pero de pronto,  Ñanduguazú iba pasando por el mismo lugar y al notar de que su oponente se llevaría ese hermoso obsequio, se inundó por los celos e inmediatamente le disparó una flecha, de esta manera logró que éste cayera y muriera como consecuencia del golpe.

Ñandú sólo movió el cuerpo del difunto guerrero un poco y empezó a trepar el árbol para agarrar el encaje. Sin embargo luego de esto, justo en el momento en el que sus manos pudieron tocar el tan preciado lienzo, se dió cuenta de que aquello sólo se trataba de una telaraña. La impresión que le generó el  haber acabado con su rival de una manera tan traicionera, recordando que lo mató por la espalda, como consecuencia no lo iba a dejar vivir en paz. Tras pasar los días y las noches hundido en el remordimiento, decidió finalmente confesárselo todo a su madre.

Luego de la confesión

Cuentas los relatos de las leyendas del Paraguay que la mujer se molestó al principio, sin embargo, luego le pidió a Ñanduguazú que la llevara hasta el árbol en donde todo aquello había sucedido. Una vez que llegaron al sitio, los dos quedaron asombrados, ya que pudieron notar que en una de las ramas estaba colgado un trozo de encaje exactamente igual al descrito por el hijo.

Luego de esto la madre y el guerrero regresaron a su casa. Sin embargo, la mujer quedó tan maravillada al recordar el diseño de esa telaraña, tanto así que pensó que si le obsequiaba un encaje igual a su hijo, él recuperaría la tranquilidad que había perdido.

La señora era conocida por ser una experta tejedora, decidió cortar su larga trenza de cabellos de plata y la fue hilando delicadamente hasta que la transformó en una madeja de estambre. Luego de esto se puso a tejer copiando los estructurados patrones elaborados por las arañas hasta que fabricó una tela idéntica a la vista en aquel lugar.

La leyenda de la Virgencita de Caacupé

Según cuenta la leyenda que hace más de 1600 años un indígena creyente del cristianismo se había adentrado hacia las selvas del Valle Ytú para poder buscar alimentos y madera. A mitad del bosque se topó con una tribu que lo estuvo persiguiendo pero él con su fe, le pidió ayuda a la Virgen de Caacupé y logró salir con vida de allí.

Se había convertido al cristianismo en Tobatí, regresaba de las selvas del Valle Ytú con un gran pedazo de madera de muy buena calidad, contó que se había encontrado sin querer, con indios de la tribu mbayá, esa tribu que había decidido pelear contra la colonización española y portuguesa, y a los que consideraba muy peligrosos.

José quien era el indígena que fue a buscar alimento, dijo le había prometido a la Virgen María que si los mbayás no lo atrapaban, entonces esculpiría una imagen de ella y la veneraría. Por lo que contó que se le apareció la propia Virgen María en persona y que le gritó en guaraní: "¡Ka’aguý kupe-pe!" Aquel indio pudo correr y encontró un grueso tronco en el cual se escondió. Desde ese momento prometió que con esa madera del árbol protector le iba a tallar la imagen de la Virgen, si llegaba a salir con vida de ese sitio.

Los mbayás en ese momento pasaron de largo sin poder notar su presencia y aquel indio agradecido, en cuanto pudo irse de ahí agarró del árbol la madera que iba a necesitar para esculpir la estatua de madera. El tronco le sirvió para poder esculpir dos estatuas, la más grande fue llevada a la Iglesia de Tobatí y la más pequeña se la quedó el indio en su poder, para su devoción personal.

Los misioneros jesuitas

Tienen testimonio de que en aquel lugar preciso de la aparición, había empezado a brotar agua milagrosa y que esa agua había ayudado a los guaraníes a sobrevivir el calor de ese verano.

Muchos años después, una gran inundación que originó el lago de Ypacaraí estaba amenazada con destruir los poblados cercanos a el. Los frailes franciscanos, que estaban acompañados de los lugareños de la región, organizaron oraciones pidiendo que se tranquilizaran las aguas.

El padre Luis de Bolaños le dio sus bendiciones a las aguas y luego éstas retrocedieron hasta sus límites normales. En esa ocasión empezó a surgir de entre las aguas la imagen de la Virgen, y los misioneros dijeron que era la de la misión de Tobatí, la que el indio José había tallado en años atrás. Siendo esta la razón por la que el pueblo la llamó la Virgen de los Milagros.

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