Historia y herencia de los Vikingos en España

Todos en algún momento han oído hablar de la historia de los Vikingos en España como una horda de ladrones que hacían de las suyas a su paso; en este artículo te señalamos todo lo que necesitas saber acerca de los ataques vikingos en España y los asentamientos vikingos en España, no te lo pierdas.

Época de los Vikingos en España

Durante los siglos IX y X tuvieron lugar las expediciones vikingas en España, época en que la Península Ibérica se dividía en Al-Ándalus y los reinos cristianos antiguos. Al inicio de estos viajes, los nórdicos se encontraron las coronas de Asturias y Pamplona, así como también la Marca hispánica, la cual era territorio del Imperio Carolingio. También se toparon con el Reino de León. Cabe destacar que pasó casi un siglo entre el primer ataque que realizaron los vikingos a España, y el siguiente, mientras que la situación en la Península no presentó mayor variación.

Incursiones vikingas en España

Los ataques hechos a España por parte de los vikingos, se dividen en tres etapas, siendo la primera en el año 844 cuando sus navíos hormigueaban en las costas como "pájaros marinos rojinegros", según citan los historiadores árabes. Desde este momento, el viaje de los vikingos por España se convierte en un recorrido apasionante en busca de riquezas, esclavos y territorios.

Al respecto, el autor danés de novelas históricas llamado Lasse Holm, ilustra las hazañas de estos guerreros nórdicos por la península Ibérica en su novela titulada "Saqueo", la segunda parte de la serie que cuenta las aventuras de los hijos del primer rey vikingo Ragnar, que comenzó con "Venganza".

Ahora bien, los vikingos en España llegaron allí por oleadas, desembarcando principalmente en lugares como Asturias y Galicia, posteriormente viajaron al sur para saquear y quemar Al-Yazira, que es la actual Algeciras, consiguiendo así ingresar a Sevilla. Así sucesivamente, lograron recorrer las costas y desplegaron batallas brutales, a las que los musulmanes no estaban preparados ya que llevaban mucho tiempo sin luchar ante un enemigo así.

A lo largo de todas estas expediciones por España y luego por el sur de Europa, los vikingos estaban en busca de dinero y esclavos para poder venderlos, y de ese modo muchos se volvieron ricos, pese a que se exponían a grandes peligros. Esto era algo que les despertaba cierto temor, pero igualmente continuaron en su labor. Por otra parte, los musulmanes que lograban tener prisioneros vikingos los empleaban para construir sus flotas, puesto que se conocía que eran excelentes navegantes y querían aprovechar tales destrezas.

Además, los vikingos dejaron una gran descendencia en España, siendo la mayoría de ellos musculosos, altos, rubios y de ojos azules; ellos cuidaban mucho su aspecto físico y poseían muy buenos hábitos de higiene con respecto a otros grupos. Cabe destacar, que ellos hubiesen podido comercializar, pero en su lugar prefirieron robar, lo cual hizo que se convirtieran en guerreros y expertos marinos que dejaron su huella en las islas británicas, América del norte y todo el Mediterráneo, tanto en su orilla norte como en el sur.

Primera Oleada: Año 844

En el año 844 se llevó a cabo la primera expedición escandinava en tierras españolas, la cual consistió en un asalto a la costa atlántica de la Península Ibérica, para internarse posteriormente por el Río Guadalquivir. Luego de una fuerte tormenta, una gran flota vikinga que había realizado una incursión en un río al sur de Francia, termina llegando a la costa cantábrica. De este modo, el primero de Agosto logra visualizarse una flota compuesta por cientos de barcos vikingos en la costa de Gijón, con la finalidad de buscar agua y marcharse sin provocar mayores incidentes.

Posteriormente, los nórdicos comienzan a saquear las aldeas más cercanas a La Coruña, y la invasión llega a su fin una vez que las tropas de Ramiro I de Asturias derrotan a estos vikingos y se les obliga a embarcar. Dicha historia se narra en los Annales Complutenses. De allí, la flota se dirigió a Lisboa, ciudad que fue sitiada durante 13 días hasta que un Ejército Musulmán fue enviado con el objetivo de expulsarlos; fue entonces cuando siguieron su recorrido por el sur del litoral ibérico, hasta llegar al Golfo de Cádiz.

Una vez conquistado Cádiz, estos decidieron remontar el río Guadalquivir saqueando todas las poblaciones a su paso y causando grandes matanzas, en aras de que nadie notara su presencia. Eran casi 4000 vikingos quienes llegaron a Sevilla a finales del mes de septiembre, haciendo que la población allí erradicada huyera a Carmona. Así anduvieron por semanas, hasta que llegaron 16.000 hombres desde Córdoba, teniendo al frente a Musa ibn Musa al-Qasi, una de las personalidades de la época, enviados por Abderramán II.

Al-Ándalus

Al llegar a Tablada los vikingos establecieron una base y se dividieron en cuatro grupos; el primero de ellos estaba compuesto por 200 hombres, y se encargaron de atacar Morón. El segundo componente atacó Berinaiz, el tercero Fuente de Cantos y el cuarto atacó Córdoba. El Ejército antes mencionado aniquiló al grupo en la batalla de Morón, mientras que también acabó con el fortín establecido en Tablada, donde murió un millar de invasores.

Luego de este enfrentamiento, los musulmanes también arrestaron y ejecutaron a otros 400 invasores, siendo muchos de ellos decapitados y sus cabezas fueron perdidas de las palmeras de Sevilla, mientras que otros fueron enterrados vivos dejando su cabeza al descubierto, para ser pisoteados por los caballos. Aunado a ello, se le prendió fuego a 30 de sus barcos.

Cabe destacar que muchos vikingos lograron escapar, y negociaron la entrega de sus rehenes y sus botines a cambio de comida, ropa y con la condición de alejarse hacia las costas, donde aún pertenecía parte de la expedición. Por otra parte, los guerreros que lograron escapar de la península con vida continuaron con su expedición por el Mediterráneo, pasando por tierras bizantinas y llegando finalmente a Alejandría. De igual manera, los que no fueron ejecutados se convirtieron al Islam e hicieron sus vidas como granjeros.

Ahora bien, como consecuencia de estos ataques, Abderramán II se ocupó de reconstruir las defensas de Sevilla y a construir naves par proteger el litoral de Al-Ándalus, a lo que se le suma el establecimiento de un sistema de correos a caballo con el fin de alertar oportunamente sobre los próximos asaltos y también sobre cualquier otra eventualidad que ellos consideraron necesario notificar.

En resumen, durante los asaltos realizados se atacó la ciudad de Algeciras, Lisboa, Cadiz y Sevilla, dejando a su paso desastres en cada una de ellas en reiteradas oportunidades. Como se comentó, fueron tres las oleadas de los vikingos en España, atacando distintas ciudades con la finalidad de obtener dinero y esclavos, con ciertos años de diferencia entre cada una de ellas, y obteniendo tanto ventajas como desventajas.

Segunda Oleada: Año 858-862

Esta segunda incursión realizada por los vikingos en España estuvo a cargo de Björn Ragnarsson, quien también se conocía por su apodo Costado de Hierro. El hijo de Ragnar destinó una flota de cien naves desde su base en el Río Loira hasta la Península Ibérica, siendo en el año 858 cuando los barcos suben por la Ría de Arosa asesinado a Santiago de Compostela.

En esta ocasión, los cristianos les pagan un tributo para que se marchen, pero los nórdicos mantienen su ataque. Es cuando el Rey Ordoño I de Asturias envían un ejército cuyo comandante era el Conde Pedro Theón, quien derrota a los invasores, pues de los 100 navíos solamente pudieron escapar 62.

Posterior a este suceso, la flota escandinava siguió al sur, llegando a Algeciras donde saquearon la ciudad e incendiaron la Mezquita. Luego de esto, se dedicaron a incursionar por el norte de África, antes de atacar las Islas Baleares y Orihuela, por el río Segura. Luego de pasar el invierno en Francia, dicha expedición se dirigió a Italia.

Captura del Rey de Pamplona

Un tiempo más tarde, estos barcos remontaron el Río Ebro entrando a Pamplona, lugar donde apresaron al rey García Íñiguez de Pamplona, teniendo éste que pagar un total de 70.000 monedas de oro para que lo pudieran liberar. Sin embargo, al cruzar el estrecho de Gibraltar para regresar a su casa, esta flota se tropezó con un conjunto de naves del emir cordobés, y emprendieron una batalla en la que perdieron aproximadamente cuarenta barcos.

Última oleada: Año 966-971

La tercera gran oleada que desplegaron los vikingos en España inició en el año 966, la cual consistió de varios intentos de invasión, a diferencia de las anteriores. En esta ocasión, un total de 28 barcos nórdicos fueron avistados cerca de Lisboa, en Alcácer do Sal. Tuvo lugar una batalla naval que fue ganada por los escandinavos, donde lograron tomar muchos prisioneros, que dieron posteriormente recuperados por parte de una flota musulmana proveniente de Sevilla.

Luego, en el año 968, el caudillo Gunderedo se encarga de dirigir cien naves que suben por la Ría con el fin de atacar Santiago de Compostela, mientras que el Obispo Sisnando encabeza las tropas defensoras que son derrotadas y pierden a su líder. Durante los tres años siguientes, los vikingos saquean todas las zonas aledañas a Santiago, hasta que el reino de Asturias los enfrentó en el año 971 con un Ejército comandado por el Obispo Rudesindo y el Conde Gonzalo Sánchez, en cuya batalla muere Gunderedo.

Finalmente, el último y frustrado intento de los nórdicos por atacar la Península Ibérica se llevó a cabo unos meses después, cuando un gran número de drakkars se aproximó a Lisboa. Acá, los andalusíes lograron interceptarlos juntando las flotas del Mediterráneo y las del Atlántico.

Asentamientos vikingos en España

Es necesario mencionar que los vikingos en España no lograron tener un gran efecto, tal como el alcanzado en Francia o en Inglaterra; de igual manera, tampoco les fue posible colonizar territorios ni tener una influencia cultural. Por tal motivo, durante mucho tiempo se consideró que no habían asentamientos vikingos en España, hasta que se halló, en un punto de Galicia, algunos restos arqueológicos de lo que pudo haber sido un campamento temporal de estos guerreros.

Ahora bien, para ser más específicos, este posible asentamiento vikingo en España está localizado en Os Moutillós, el cual es un lugar cercano a la Playa de San Román, en la localidad de Vicedo Lugo. Aún en los tiempos actuales, son muchos los investigadores que se encuentran excavando y analizando dicho enclave. Así, aunque este es el único lugar que se ha encontrado, no se puede descartar la existencia de otros asentamientos vikingos en España, pese a su precaria estancia en la península Ibérica.

Problemática

Al revisar los trabajos y publicaciones existentes que guardan relación con los ataques vikingos en España, península Ibérica o Galicia propiamente, es muy notorio el hecho de que en su mayoría son sumamente antiguos. Aunado a ello, estos estudios tienen un enfoque bastante parcial, y están lleno de contradicciones y controversias, así como también se alude a aspectos misteriosos y sobrenaturales; a tradiciones y datos que no poseen un sustento científico, ni modo alguno de comprobarse.

Asturias

El asalto a Asturias por parte de las flotas vikingas lo realizaron mediante el ingreso por las costas de Gijón, donde los primeros barcos se avistaron el 1 de agosto del año 844, pese a que en un principio sólo desembarcaron para tomar agua. No obstante, posteriormente iniciaron los asaltos a la ciudad para obtener dinero y esclavos.

Galicia

En su avance por Galicia, el primer lugar en que los vikingos desembarcaron fue en el Farum Brigantium, el cual era el nombre con el que se conocía el actual Faro de la Torre Hércules, en La Coruña. Posteriormente se adentran en la Comarca de Chantada, en Lugo; haciendo posteriormente sus ataques a Santiago de Compostela.

En Santiago de Compostela ingresaron en variadas oportunidades, siendo la primera de ellas en 858 cuando suben cien naves por la Ría de Arosa, donde ingresan a hacer de las suyas y posteriormente se dirigen a Algeciras, perdiendo algunas naves en costas portuguesas. Luego en 899, subieron por el Río Ulla desde las islas del archipiélago de Cortegada, para ingresar y atacar la ciudad de Santiago.

Es en 968 cuando otra flota de cien naves sube por la ría para atacar la ciudad nuevamente, donde se enfrentan con un Ejército en Fornelos muriendo así el obispo Sisnando. Finalmente, en 970 atacan nuevamente Santiago de Compostela, y permanecen allí por un corto periodo de tiempo. Fue en el año 1040 cuando atacan Tuy, teniendo al mando a Olaf Haraldsson, ingresando por el Río Miño y recorriendo el mismo hasta llegar a Ourense, Betanzos y Ribas de Sil.

Levante Español

Estas flotas escandinavas también pasaron por el Levante peninsular español, en el que se destaca el saqueo a la Costa de Murcia y el posterior saqueo a la ciudad de Orihuela. Luego, en el año 1031 los vikingos se ocuparon de establecer una serie de reinos o principados en localidades tales como Valencia, Almería, Denia y Baleares.

Reino de Pamplona

Ahora bien, fue en el año 859 cuando una flota vikinga se dirigió desde su base invernal de la Camarga ubicada al sur de Francia, hasta Pamplona pasando por el río ebro y posteriormente por Zaragoza, ciudad que no atacaron debido a que se encontraba con murallas a sus alrededores, además de contar con sus Ríos afluentes de Aragón y Arga. Cabe destacar que en esta expedición, tomaron como prisionero al Rey García Iñiguez de Pamplona, por cuyo rescate obtuvieron la cuantiosa suma de 70 mil monedas de oro.

Ha quedado en evidencia que este grupo de personas conocidas como Vikingos, se encargaron de realizar asaltos y robos a las distintas ciudades y países de lo que hoy conocemos como Europa. Se desplazaban en grandes flotas marinas, con armaduras y demás implementos para causar sus revueltas, todo ello en aras de obtener dinero fácil y capturar esclavos para que les sirvieran. A lo largo de sus expediciones por España, causaron diversas muertes, y destruyeron poblaciones, aunque también sufrieron importantes bajas en sus viajes.

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