Las leyendas chinas más populares y misteriosas

Leyendas chinas 17

Las leyendas chinas se pueden definir como fábulas populares, que las han contado de generación en generación, estos cuentos son narrados de forma oral y cuando inventaron la imprenta lo hicieron de forma escrita, aquí podrás conocer las leyendas chinas de terror, las leyendas chinas de amor y las leyendas chinas de dragones.

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Las leyendas Chinas de Liang Shanbo y Zhu Yingtai

Esta leyenda china cuenta que había una joven mujer que se llamaba Zhu Yingtai, a ella le gustaba mucho leer y cultivarse. Pero en esos días los colegios chinos eran solo para el sexo masculino, aun así ella no se dio por vencida y busco la manera de poder asistir a las clases.

Con una criada de cómplice, esta chica se disfrazó de hombre y asistía a las clases todos los días, de esta manera llega a conocer a Liang Shanbo, un muchacho del cual se enamoró profundamente.

Ellos se hicieron muy amigos, después de tres años se despidieron y cada uno regreso a su casa.

Pero la joven Zhu Yingtai, le dice a Liang:

- Liang deseo decirte una cosa

- dime amigo, dime lo que quieras, contesto Liang

-Yo tengo una hermana, su nombre es  Zhu Yingtai, y ella se enamoró de ti, ella es muy hermosa.

-¿Cómo va ser posible eso amigo?  Si nunca me ha visto.

- la cosa es que yo le escribo muy seguido, y a través de mi cartas ella se enamoró de ti  y ella quiere conocerte, te pido por favor ven a mi casa, en el verano para que puedas conocerla.

-Ok amigo, yo iré en verano a conocerla.

Zhu Yingtai regreso feliz a su casa, y solía pensar que faltaba poco para poder decirle a Liang su secreto, Lamentablemente el joven murió por culpa de una epidemia que invadió la región donde vivía.

A los días la chica se enteró de lo sucedido y fue cuando juro que nunca se casaría con nadie, pero en esa época se acostumbraba arreglar los matrimonios y su padre había arreglado el de ella, con el hijo del hacendado más sobresaliente de ese lugar. La muchacha regañadientes no tuvo alternativa que aceptar, pero le solicitó a su padre que después de la boda, le otorgara el permiso de ir a la tumba de Shanbo para brindarle un tributo.

Cuando la chica llegó al cementerio, se bajó de su carruaje y de dirigió a la tumba de Liang. En ese instante apareció una fuerte brisa, después se abrió la cripta y Zhu sonrió. La tumba se cubrió de las más bellas flores que jamás pudieran imaginarse, de hermosos colores, muchas personas no daban crédito a los que sus ojos estaba viendo. Estas dos leyendas chinas son muy llamativas aunque pase el tiempo.

La historia de las lágrimas de Meng Jiangnü

Esta es una de las tantas leyendas de amor Chinas. Esta historia ocurrió en un tiempo en que reinaba la dinastía Qin. Meng Jiangnü, la hija del emperador era una joven muy hermosa y sus sentimientos era tan hermosos como ella, pero un día se enamoró de un joven llamado Fan Xiliang. Esta linda joven tuvo que hablar mucho con su padre y lograr convencerlo que la dejara casarse con su enamorado ya que el no formaba parte de su clase social, luego de tantas conversaciones y súplicas, su padre aprobó el matrimonio, hicieron todos los arreglos y se casaron en el palacio.

Pero el día de la boda, el emperador ordena arrestar a su yerno, la razón que dio fue que requería de más personal para terminar la construcción de la  gran muralla china Y así fue cuando Fan Xilianglo lo enviaron a miles de kilómetros alejándose de su amada, a  Meng Jiangnü se le dificultaba dormir en las interminables noches, solo pensaba en todas las necesidades que estaría pasando su esposo.

Fue así que  el odio  y la furia invadieron su noble corazón, lo único que quería en la vida era estar con su esposo y no encerrada en el palacio con su padre. Pasado el tiempo, se fue el verano y vino el otoño, perdiendo las hojas los árboles, y cuando llegó el invierno, la joven se disponía a viajar para encontrarse con su amado esposo. Y le llevaba ropas que realizó en secreto, para que lo protegieran de las bajas temperaturas.

Fue muy difícil llegar al sitio donde estaban realizando todas las obras de construcción. Ya que el camino era muy  inhóspito y de paso las lluvias y nevadas no ayudaban.

Cuando llegó al sitio donde se llevaron a su esposo. Se aproximó al capataz y le preguntó.

– Disculpe ¿usted sabe dónde puedo conseguir a Fan Xiliang?

El capataz, comenzó a rascarse la cabeza y le reveló a la descorazonada joven, que la persona que ella buscaba, se había muerto unos meses atrás por las largas jornadas laborales.

La joven mujer lloró mucho y le solicitó al capataz:

–podría por favor decirme ¿en dónde lo sepultaron?

Y el capataz respondió:

Caramba, la ubicación no la sé con precisión porque apenas tengo trabajando 20 días aquí, pero me dijeron que su cuerpo lo enterraron en algún lado, al pie de  Gran Muralla.

La joven mujer cayó de rodillas en empezó a llorar  durante tres días desconsolada, fueron tantas las lágrimas que derramó que la tierra se aflojo, por al menos 350 km, allí se encontraban unas rocas que habían desintegrado y fue entonces cuando la triste joven pudo ver los restos de Fan Xiliang y de esta manera la hija del emperador pudo ver por última vez al gran amor de su vida. Este tipo de leyendas chinas deja una enseñanza y es que la furia no debe cegarnos.

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La historia de la Perla y el Dragón

Es una de las leyendas chinas bastante antiguas y cuenta que en la montaña más alta de la isla Kinabalu, vivía un dragón muy feliz.

Y el motivo de su gran felicidad se debía a que entre sus tesoros más preciados, la que más sobresalía era una gran perla, su tamaño era enorme, y él solía jugar todos los días con ella, muchas veces colocaba la gran perla en su boca y la lanzaba al cielo, para atraparla con mucha delicadeza con sus grandes patas, y jugaba de esta manera una y otra vez.

Mientras tanto el emperador de China, le da la misión a su hijo de ir a la isla  Kinabalu, y peleará con el dragón y así poder quitarle todos sus tesoros y le dijo lo siguiente:

– Si logras cumplir mi deseo hijo mío, te prometo que cuando llegues ocuparás mi puesto.

El joven muchacho, ávido de poder y teniendo mucha inteligencia, reúne a sus mejores hombres para que lo acompañen a realizar el mandato de su padre.

Cuando navegaba hacia la isla el príncipe maquinaba un plan para quitarle la perla al dragón, y que esto no le ocasionara ningún percance. Fue cuando pudo visualizar una idea perfecta, luego solicitó la construcción inmediata de un papalote que tuviera la facultad de soportar su peso y también el peso de un farol de papel.

Esta cometa la realizaron en siete días. Fue así que aprovechó los vientos que estaban fuente en ese sitio, el príncipe se  ató a ella y de esta manera logro llegar muy rápido a la cima de la montaña, espero a que el dragón se durmiera, y con muchísimo cuidado le logro quitar la perla y colocó un faro de papel por la perla.

Luego de esto el príncipe les ordenó a sus hombres que lo ayudaran a bajar de ese lugar, para salir cuanto ante. Pero el dragón despertó poco antes y se dio cuenta que su hermoso tesoro no estaba con él, se levantó furioso y comenzó a escupir fuego por su boca, y bajó hasta donde se encontraba el barco. Los hombres empezaron a navegar lo más rápido que podían, por el dragón no se daba por vencido, cuando ya los estaba alcanzando el príncipe le disparó con un cañón.

El dragón estaba muy confundido con él luminosidad que provocó la pólvora, de hecho pensó que los hombres habían arrojado su perla al mar para salvarse, así que el dragón abrió la boca para atrapar lo que él creía que era su precioso tesoro. Pero lo que logró con esto fue hundirse en lo profundo del mar, cuando el príncipe llegó, lo recibieron con muchos honores, convirtiéndose al día siguiente en el nuevo emperador de china. Es una de las leyendas chinas que atrae mucho a quienes desean saber de imperios y temas relacionados.

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Las sobresalientes leyendas Chinas (historia de la serpiente blanca y Xu Xian)

Muy pocas personas en el mundo conocen que en China, que una vez en el año rememoran a los difuntos, un día por esa fecha un muchacho llamado Xu Xian conoció a una chica que le dijo que se llamaba Bai Suzhen. Desde la primera vez que se vieron el amor surgió entre ellos. Luego de poco tiempo decidieron casarse, gracias a que   Xian conocía de hierbas y hacía pócimas que sanaban a las personas, abrieron juntos una botica.

Ellos fueron muy felices por un tiempo, pero Xu Xian, desconocía la procedencia de su esposa, es decir no tenía idea que su esposa era en realidad una serpiente blanca, que lograba convertiste en una mujer cuando ella quería. Pero Fa Hai que era el guardián del templo, de alguna forma se enteró que la criatura contrajo nupcias con el joven Xu Xian, y decidió ir a confrontar la situación, ya que no podía permitir que ese hombre siguiera viviendo con esa bestia.

Así que HaI lanzó un hechizo para que Xu Xian, se quedara preso en una mazmorra que el templo tenía, y a  Bai Suzhen la encerró en una vasija de oro.

Pasado los años el preso Xu Xian, pudo convencer a un guardia para dejarlo salir vengándose del guardián del templo, porque fue devorado por un gran cangrejo.

Es así como termina esta historia de la mitología china, hay que pensar que no todas las culebras son malas, porque puedes encontrar algunas con un gran corazón. Ambas son leyendas chinas muy interesantes.

La leyenda del Pastor y la Tejedora

Esta es una bella historia contada por unos abuelos que nacieron en ese país, hace muchos años atrás vivió un pastor que cuidaba muy delicadamente su rebaño. Un día una de sus vacas se extravió, y el pastor fue a buscarla, fue entonces que conoció a una joven tejedora que era muy hermosa, de la cual se enamoró profundamente.

Lo que él no sabía es que ella en  realidad era una Diosa, que no quería vivir como diosa, solo quería vivir como cualquier mortal en la tierra. Un día se casaron y tuvieron dos bellos niños. Pero la Diosa que estaba en el cielo Wang Mu, siempre se opuso a ese matrimonio, y fue cuando le ordeno a la tejedora que regresara cuanto antes a su hogar.

Pero el pastor se desbastó por el hecho, porque aparte de perder a su amada esposa, también  perdería a sus dos hijos. Fue entonces cuando la tejedora junto a sus pequeños hijos, se empezaron a elevar por el cielo,  y él en su desesperación corrió hasta una montaña con la esperanza de poder alcanzarlos.

Al ver la persistencia del pastor Wang Mu, decidió poner un río muy ancho para separar a la pareja.

Fue entonces que quedaron separados uno en cada extremo y es lo que hoy conocemos como Vía Láctea.  Su único encuentro, entre el pastor y la tejedora se da es una vez al año y es el séptimo día del séptimo mes del calendario chino.

Es por eso que en ese país es de suma importancia ese día y por ello lo celebran, recordando por siempre que no hay distancia que acabe un verdadero amor. Las leyendas chinas de este tipo, siempre harán énfasis en lo fuerte que es el amor.

Las Leyendas Chinas de los amantes mariposa

Hace mucho tiempo atrás, en la ciudad de Hangzhou, en lo que es conocido como la provincia china de Zhejiang, vivió una joven de nombre Zhu Yingtai. Esta joven, a muy temprana edad, se dio cuenta que si ella deseaba algún día poder estudiar en una escuela, ella debía hacerse pasar por un chico, ya que en estos eran tiempos muy diferentes a los actuales, y en lo que es conocido como la antigua China, las mujeres no tenían permitido estudiar.

Llegado el momento, el disfraz de chico de Zhu Yingtai, fue tan auténtico, que nadie de su clase noto, que se trataba de un disfraz, ni siquiera Liang Shanbo, un muchacho que con el tiempo se volvió alguien muy especial para ella. Con el paso de los años el tiempo de estudios, terminó finalmente, lo cual significaba que era hora de despedirse. Zhu, tenía miedo de nunca volver a ver a su amado, por ello le ofreció a Liang la mano de su hermana para un futuro matrimonio, para que este se volviera miembro de la familia.

Aunque, realmente Zhu no tenía hermanas, solo quería hacerle saber a Liang que ella era mujer y que lo amaba profundamente. Y por suerte, el plan de Zhu nuevamente tuvo éxito y Liang pudo darse cuenta que también la amaba a ella. Pero inesperadamente, en el camino de Zhu, había alguien más, un hombre el cual esperaba contraer nupcias con ella, ya que este había hecho un trato con los padres de Zhu. Ella no lo amaba, ya que todo su amor se lo había entregado a Liang, pero no había nada que se pudiera hacer para evitar el matrimonio.

En el momento que el que Liang se enteró de dicha noticia se desmoronó, se sumergió en una gran tristeza, la cual se apoderó de él, y lo llevó a su muerte. Zhu, en el momento en el que perdió al amor de su vida, perdió toda la ilusión de vivir, ya no tenía nada que le importase, pero no le quedó más opción que seguir adelante con los planes de la boda.

El día menos ansiado de Zhu llego. Había llegado el momento de casarse, ella se había imaginado ese día mucho antes, pero la persona que la esperaba en el altar era otra. Fue entonces cuando estaba en compañía del cortejo nupcial, que un fuerte viento con grandes remolinos no la dejaba avanzar y de un momento a otro, se encontró frente a la tumba de aquel hombre que había amado tan profundamente, el cual había muerto de tristeza por no poder estar con ella.

Suele contarse que cuando esta tumba se abrió, Zhu se lanzó hacia dentro, y no mucho tiempo después, salieron volando  entre la tumba, dos mariposas de hermosos colores, las cuales, se dicen que eran las almas de estos dos amantes, los cuales finalmente eran libres para pasar juntas el resto de la eternidad, y quizás, mucho más allá de eso. Este tipo de leyendas chinas siempre harán énfasis en el amor.

El Emperador Augusto de Jade, gobernador del Cielo y la Tierra

“El Panteón Taoísta de China tiene como su deidad suprema al Emperador de Jade, también conocido como Augusto de Jade, una figura inspirada en la burocracia de la China Imperial, y como el resto de sus divinidades (así como sus funciones) son un fiel reflejo del modelo chino de organización social. Los emperadores eran considerados como criaturas celestiales y ostentaba el título de «Tien-tzu» (Hijo del Cielo), una forma de decir que descendían directamente del Emperador de Jade y reforzar su legitimidad como gobernante”.

Cuando nació el Emperador Augusto de Jade, surgió un gran destello de luz, el cual iluminó todo el reino, cuando él estaba pequeño, siempre tuvo mucho interés en lo que estudiaba, así que fue muy bien educado, cuánto más crecía se convertía en un ser muy humano con un gran corazón  el cual manifestaba con todas las criaturas vivas que allí existían.

El dia que muere su padre, el fue el rey, y se esforzó mucho para asegurarle felicidad y mucha prosperidad a todo su pueblo para ir a buscar el Tao, esta búsqueda le llevó muchísimos años, lo intentó 1550 veces y por cada intento duro 120.976 años, con esta búsqueda lo que consiguió fue la inmortalidad Dorada, que le llevó a una etapa de seguir cultivando su espiritualidad, la cual tardó 100 millones de años para conseguir la perfección absoluta del espíritu.

Por tradición taoísta, todos los años, en el primer mes y el noveno día, del calendario lunar, celebran en todos los templos taoístas en china y en Taiwán el ritual que se llama pai-Tien-Kung, que significa adoración  del cielo, y los mojes ofrecen comida como ofrenda. La dinastía  Shang gobernó en los años 1766 a.C. y el 1046 a.C., donde la máxima divinidad y gobernante del panteón era Shangti, el única que era capaz de guiar las almas de los difuntos. Cuando los reyes de esa dinastía  estaban a punto de morir decían que irían al inframundo donde se encontraba Shangti.

Esta veneración no se les permitía a los humanos comunes y mortales, los únicos que podían venerar eran los gobernantes, al cabo de un tiempo lo reemplazaron por la figura de Augusto Emperador de Jade por los taoístas. Según esta tradición taoísta nunca negaron que Shangti existió más bien le otorgaron otro apelativo como el supremo emperador Yuhuang Shangti. Esta pertenece a las leyendas chinas más largas y antiguas.

Jing Wei y la princesa que quiso secar el océano

Existía el señor de Tierra o Granjero Divino, que se llamaba Shen Nong, además también el emperador de la antigua China, él tenía una hija que se llamaba  Nü Wa, ella era la luz de sus ojos su predilecta, esta joven compartía su nombre con una diosa  que fue la que creó el mundo de los hombres, Nü Wa, conocida como la Madre del Mundo.

A la princesa Nü Wa le encantaba navegar sobres las olas, y le gustaba sentir en sus pies el balanceo que se producía en su barco. Y veía cómo volaban las aves sobre su cabeza. Su pasión era tanta que solía dejarse llevar sin miedo hasta alta mar.

Pero un día su temeridad la llevó a conocer un terrible resultado.  Estaba en mar adentro y de repente vino una gran tormenta, su embarcación naufragó y la  lanzó al fondo del mar que tanto amaba. Donde encontró su muerte. Su padre no pudo hacer nada con todo lo que ocurrió, el emperador Shen Nong, igual la llamaba por las noches, pero nunca tuvo respuesta.

Pero el alma de Nü Wa transformó el amor por odio, convirtiéndose en Jing Wei, un ser asombroso con forma de ave, su cabeza estaba adornado con una gran variedad de colores, su pico era blanco y sus patas eran roja, quería vengarse del mar que le quitó la vida siendo tan joven. Un día estaba volando sobre  ese majestuoso mar, y fue hasta donde estaban las olas, para no permitir que se siguieran formando, quería tirar ramas, y piedras en el agua hasta conseguir llenarlo al punto que más nunca hubiese la menor posibilidad de que se ahogase alguien en sus aguas.

Pero el mar se rió de ella, ya que estaba consciente de su enormidad, fue muy soberbio y aseguro que eso que quería hacer era un imposible. Aun así el espíritu de esta joven no se rindió, guiando a Jing Wei hasta que consiguió tierra firme. Fue así que la maravillosa ave fue tomando ramas y cualquier cosa que encontraba a su paso arrojando todo al mar. Estas leyendas cuentan que en la actualidad todavía está espíritu de la joven princesa Nü Wa, en el cuerpo de Jing Wei, empeñandose en secar al mar.

Las historias de Yeh-Shen, la verdadera cenicienta

Esta leyenda tuvo lugar en la antigua China, en el transcurso de la dinastía Qin, ubicado   Han. Yeh-Shen era hija de un jefe minero y  de una de las dos esposas de Wu.

Un día la mamá de Yeh-Shen murió y ella quedó bajo los cuidados de la otra esposa de su padre, su madrastra tenía una hija, existían muchos celos por parte de su madrastra, porque veía que la pequeña huérfana tenía muchas cualidades que superan a las de su hija, así que se dedicó hacerle la vida triste, la trataba muy mal, y le encargaba trabajos sucios en la casa.

En realidad la vida de Yeh-Shen era muy triste, tenía como amigo a un pez, muy hermoso de ojos grandes y dorados, el cual vivía en el río. Y cuando observaba que la chica se acercaba al río él solía salir del agua, de esta forma la saludaba, a veces saltaba a la orilla para poder estar más cerca de ella. La relación de amistad no duró por mucho tiempo, porque la mala madrastra se enteró de esta amistad y tomó al pez, que luego sirvió para la cena. Yeh-Shen se enojó muchísimo y se fue corriendo hasta llegar al río donde lloro desconsoladamente acurrucada en el suelo.

De repente escucha una voz en su espalda, y cuando giro la cabeza sus ojos se llenaron más de lágrimas al ver a un anciano que era un extraño, que tenía ropa de un pordiosero, tenía una larga melena que le llegaba a los hombros y se dirigió a la jovencita diciéndole:

-Querida niña, las espinas de tu amigo el pez tiene una magia muy poderosa, cuando estés muy triste y te encuentres en problemas, lo único que tendrás que hacer es ponerte de rodillas antes ellas, y solicitarle su ayuda, pero debes tener cuidado de no malgastar tus deseos.

Así fue que la joven tomo las espinas rescatándolas de la basura y las conservo. Pasó el tiempo y se aproximaba el Festival de Primavera, esta es una celebración donde los jóvenes se reúnen en un lugar y de esta forma consiguen a sus parejas.

Uno de los sueños de Yeh-Shen era poder ir. Pero la malvada madrastra no le permitió asistir, porque quería casar a su hija primero y la asistencia de Yeh-Shen podría entorpecer su plan. Cuando su madrastra en compañía de su hija se fueron al pueblo,  Yeh-Shen aprovecho y tomo una espina mágica y pidió un deseo.

La fiesta de primavera  ya había comenzado y  de repente llegó una bella jovencita, cubierta con un precioso vestido color dorado, y en sus diminutos pies calzaba unos bellos zapatos de oro con diminutos peces los cuales estaba tallados de diminutos piedras preciosas. Era nada más y nada menos que Yeh-Shen, muchas personas se agruparon a su alrededor solo para verla, también estaban su malvada madrastra con su hermanastra, la muchacha estaba muy asustada porque pensó que ellas la reconocerían, así que salió huyendo de la fiesta, olvidando uno de sus zapatos.

Pero cuando llegó a  su casa desapareció la formidable vestimenta que tenía,  quiso volver a solicitar otro deseo a las espinas, pero no sucedió absolutamente nada. Muy triste guardó nuevamente los restos de su gran amigo el pez, lo único que le quedó de esa fastuosa noche fue uno de los zapatos dorados. Al poco tiempo un mercader consiguió el zapato que la muchacha perdió, y sabiendo el gran valor que poseía logro vendérselo a un colega, el cual se lo dio como regalo al rey T´o Han, que era el monarca de una isla cercana.

El rey curioso quiso saber dónde se encontraba el otro par, pero más que nada quería saber quién era la dueña de tan formidable zapato. Por tal motivo montó un pabellón  en el sitio donde fue encontrado el zapato para que cualquiera que lo viera pudiera reconocerlo. Al enterarse Yeh-Shen, pensó que tenía que recuperar su zapato. Así que una noche se salió de la casa a escondidas y se metió dentro del pabellón, los soldados del rey la descubrieron y la llevaron ante él.

El rey no creía lo que la joven decía la verdad, ya que su aspecto era muy feo, andrajosa y sucia, esa imagen no correspondía con la dueña del zapato de oro. Pero  Yeh-Shen contó la historia una y otras vez, y fue cuando dijo que en su poder tenía el otro par, fue cuando los soldados fueron a la casa comprobando que la joven decía la verdad.

Luego la joven se puso ambos zapatos delante del rey, para demostrar que realmente los zapatos eran de ella, fue cuando sus harapientos vestidos se transformaron en un majestuoso vestida, al verla el rey se enamoró tanto que terminó casándose con ella. Además el rey ordenó que su madrastra con su hija vivieran en una cueva y les ordenó que no salieran jamás, un día la cueva se derribó dejándolas tapiadas por el reto de su viuda.

Los cuatro dragones

Este ser mitológico de la idiosincrasia popular china, lo vinculan mucho con las lluvias y los ríos. Es por ello que siempre narran cómo se originaron los ríos de china, es por ello que esta criatura mitológica está siempre envuelta en las diferentes historias de este país.

Estas leyendas chinas cuentan que antiguamente no habían ríos, ni lagos en ese país, lo único que existía era el mar, en el cual vivían cuatro gigantescos dragones, uno de color negro que le encantaba volar por los aires, el de color perlado era el que dominaba el fuego, el de color amarillo se encargaba de la tierra y el gran dragón le fascinaba el agua.

A los cuatros dragones le gustaba mucho volar, y en realidad eran muy felices, pero un día vieron que en la tierra los seres humanos imploraban a los dioses  por el vital líquido, es decir el agua, solicitaban que lloviera, para que sus cosechas retoñaran y crecieran porque sin ellas no tendrían para comer. Así que los dragones muy angustiados, fueron al templo del emperador de Jade y le solicitaron la lluvia para la cosecha de los humanos. Pero el emperador se enojó por su mediación  y aun así prometió que haría llover al día siguiente y les pidió que volvieran al mar.

Pero el dios del mar fue a notificarle este hecho al emperador de Jade, este se enojó tanto porque los dragones no tenían su  permiso para realizar lo que estaban haciendo. Así fue cuando el emperador le  ordenó al dios de las montañas que colocara una montaña sobre cada dragón con la finalidad de apresarlo por toda la eternidad. Fue así como los dragones sin arrepentirse de lo que hicieron se transformaron en los ríos Yangtzé, Heilongjiang, Huanghe y Zhujiang.

La creación del Universo

En todas las mitologías que conocemos, siempre hacen referencia de cómo se formó el universo y esta historia relata la leyenda de Pangu o P'an-Ku, dando explicación del hecho. La leyenda cuenta que en un principio lo que existía era el caos y el cielo y la tierra estaba unidos junto al universo en un gran huevo negro. Y dentro de este huevo dormía el único ser que existía que era Pangu o P'an-Ku. El día que este ser despertó se vio atrapado dentro del huevo, y se propuso a romperlo.

Cuando logró romperlo, salió la clara y así se formó el cielo, y la parte más oscura del huevo formó la tierra. Fue así que el gigantesco ser tenía su cabeza en el cielo u sus pies en la tierra. Pasando el tiempo estas partes también se agradaron. Después de eso nacieron cuatro seres: el dragón, Feng Huang que es muy parecido al ave fénix la Tortuga y el Qilin. Así que todos unieron sus fuerzas con Pangu, y formaron las cuatro estaciones y los cinco elementos.

Lamentablemente P'an-Ku, no era inmortal, y un buen día murió, pero al morir dio origen a muchos elementos del mundo, fue así que con su aliento se formó el viento,  con sus ojos se formaron  el Sol y la Luna, con su  barba se formaron las estrellas, con  sus huesos se formaron los minerales, y con sus extremidades se formaron  los pilares que separan el Cielo y la Tierra, y con su sangre se formaron los mares.

La leyenda de Chong’er

El príncipe Chong’er, fue un personaje muy destacado en las Crónicas de primaveras y otoños del Confucionismo, el cual tuvo que sufrir 19 años de exilio a causa de una acusación falsa que le hicieron. Pero su hermano Shensheng, corrió con peor suerte porque lo ejecutaron por formar parte de una supuesta conspiración para derrocar al trono imperial.

A Chong’er, le tomó dos décadas para poder demostrar su inocencia y fue cuando decidió volver para hacer valer su derecho al trono de Jin. Cuando el príncipe junto a todos sus seguidores que se encontraban en un barco y estaban por pasar por el río amarillo en dirección a su tierra, todos los tripulantes de la embarcación soñaban mucho con que sus vidas mejorarían considerablemente.

Pero antes de ultimar los preparativos para zarpar, el príncipe ve a su intendente subir al barco, el mismo traía sobras de comidas y también traía su ropas  y también las cosas de  Chong’er que estaban viejas y desgastadas, el príncipe se rió y le pidió que arrojara todo al río ya él no necesitaría de esas cosas ya que una mejor vida lo estaba esperando.

El sirviente se puso muy triste y le dio al príncipe un talismán  de jade blanco, que significa su deseo de renunciar. El príncipe se sorprendió y el intendente le respondió que él le sirvió en el exilio en la miseria y no iba a saber como hacerlo en la riqueza, por lo tanto no quería ser una molestia para él, además usted debe tener cortesanos que tengan más agilidad que yo, no creo que yo sea más útil que las viejas ropas que usted mandó a tirar al río.

El príncipe,  después de meditar todo lo que dijo  y también  recordar las penas que vivió en el exilio junto al  intendente, reconoció su error y le pidió que se quedase ayudándolo ha continuar por el sendero justo y correcto. Al final el príncipe Chong’er se convirtió en Duque Wen de Jin y pasó a la historia como un gobernante más justo de la historia de China.

Si quieres conocer más sobre las Leyendas Chinas, te recomiendo que veas el vídeo que te dejo a continuación para que obtengas más información al respecto:

https://www.youtube.com/watch?v=hDU3gKWUJOI

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