Historias y Leyendas mas populares del Ecuador

HISTORIAS Y LEYENDAS MAS POPULARES DEL ECUADOR 1

A través del paso de los años, ha surgido un gran número de Historias y Leyendas mas populares del Ecuador, que han sobrevivido lo largo del transcurso del tiempo gracias a una excelente transmisión oral; mayormente estas historias populares han sobrepasado las expectativas de la ficción, haciendo de estas un mundo en el interés humano, para indagar entre ellas y así poder conocer el origen y procedencia del mundo maravilloso encontrado en el Ecuador.

Leyendas del ecuador

Origen de las Leyendas

El origen de las leyendas e historias del Ecuador, se cree que en su comienzo fue por aquellos tiempos, donde la conquista a mano de los Españoles se dio a cabo en estos territorios, la cual con el transcurso de los años se han transcendido, gracias a los pobladores de sus diferentes regiones y a su imaginación, que a través de sus escrituras dieron sello a estas historias, haciendo de estas un portafolio extenso que se han vuelto bastante famosas, no solo en el Ecuador, si no en en el Mundo.

También podemos decir que estas historias y leyendas del Ecuador cortas, se encuentra bastante anexado a las costumbres, y formas de vivir que tenían los habitantes de aquella región que fue conquistada y que hoy por día tiene el nombre de Ecuador.  Algunos historiadores de la actualidad, comentan que estas historias se han vuelto famosas a través de los años gracias que las costumbres de esos tiempos era contar relatos en la noche a los niños justo antes de dormir.

Estas anécdotas y relatos que los padres contaban a sus hijos antes de dormir, tenían una gran ayuda a la hora de conciliar el sueño haciendo que el joven prestara atención, e incluso le diera terror depende de la forma que sea relatada la historia, podemos decir claramente que el origen de estas historias ha sido venerado por los autores actuales, y que gracias a la ficción de estos, podemos hacer de estas historias un sin fin de relatos terroríficos que te dejaran sin aliento, o simples leyendas.

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Como bien antes dicho, las historias y leyendas del Ecuador, han pasado frontera tras frontera, y se han vuelto enormemente populares entre los autores, los cuales quieren dar vida a estos relatos que por más cortos y sencillos que sean, tienen una chispa de emoción que hacen que fácilmente se pueda transmitir por medio de crónicas, cabe destacar que estas historias no solo se generaron en la capital, también en otras provincias. Aquí un listado en detalle de estos relatos asombrosos.

Leyenda de Cantuña

Como primer lugar tenemos la Leyenda de Cantuña, que tiene como personaje principal, a un pequeño indígena que tenia como nombre Cantuña, esta historia tiene como comienzo en una época en la cual ya en el Ecuador se habían apoderado unas personas que eran monjes, conocidos comúnmente como los Franciscanos, estos personajes que se ya habían establecido en el lugar dieron una gran tarea al nativo, esta era que empezara con la construcción de un Templo en la Capital (Quito).

Esta templo que ellos le solicitaron era para origen católico, el Indígena muy gustosamente accedió a la construcción del mismo e incluso, le prometió que lo tendría listo en tan solo un semestre; Cantuña como única condición para poder realizar exitosa mente la construcción fue solicitar una gran suma de dinero, al hacer esto los Franciscanos dudaron al momento de su palabra, pero el indígena estaba bastante seguro que podía lograrlo en ese tiempo,  e incluso menos de lo acordado ¡Estaba confiado!

Pero el que mucho fanfarronea no atrae nada positivo, esto le ocurrió a Cantuña; pasaron 5 largos meses y no llevaba ni la mitad de la construcción, se encontraba en un estado de absoluto desespero ya que el creía que confiaban plenamente en el para lograr cumplir en el plazo establecido y ganar la suma de dinero que les había solicitado a los Franciscanos, fue en este momento cuando se le ocurrió una idea descabellada que el pensó, lo iba a salvar de todo y lograría la construcción.

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¡Una idea descabellada!

Esta idea descabellada era nada mas y nada menos que hacer un pacto con el mismísimo Diablo, este convenio se trataba de haces un negocio de alma por trabajo; si lucifer concluía el trabajo de Caluña en el plazo estipulado, el Indígena le entregaba sin renegarse, su alma en totalidad. El rey de las tinieblas aceptó el trato que le propuso el Indígena y rápidamente colocó a varios de sus mejores demonios a trabajar sin descanso para obtener su alma, y así terminar la obra a solo un mes del plazo completo.

Caluña era un Indígena tranquilo ¡Pero no tonto!, el sabía que el Diablo iba a hacer trabajar a sus demonios lo más rápido posible para así obtener su alma tal cual el pactó; el Indígena tenía un maravilloso plan para evitar alejarse de su espíritu, justo momentos antes de haber sido terminada la iglesia. Rápidamente se dirigió al lugar donde se encontraban las pocas grandes piedras de la inmensa construcción  y buscó algo para tallar dentro de una de ellas, antes que la usaran para terminar.

El Indígena al pensar todo su maravilloso plan, decidió a la brevedad tallar en una de las piedras la siguiente frase <<Aquel ser que decida colocar de forma fija esta gran piedra en el lugar que le corresponde, deberá declarar que Dios todopoderoso tiene mas dominio y mando que el>>. Los demonios continuaron con su trabajo junto con el Diablo, cargando las pocas piedras que le quedaban para culminar a tiempo el trabajo que los franciscanos dieron a Caluña.

Venció a Lucifer

Justamente lucifer fue quien tomó una de estas últimas piedras que tenía grabado el mensaje y lo leyó con cuidado, al terminar las últimas palabras llamó rápidamente a sus demonios incitando a bajar lo mas pronto posible a lo mas bajo del infierno, así Caluña logró concretar el trabajo, colocando las últimas piedras de la construcción sin perder su alma. Cuando los monjes Franciscanos llegaron, se sorprendieron así que tuvieron que cancelarles al Indígena el dinero acordado.

La Bella Aurora

Esta segunda historia también al igual que la anterior, tiene origen en la capital de Ecuador (Quito). Tiene como protagonista a una bella y encantadora joven que tiene como nombre Aurora o comúnmente conocida según diferentes versiones como <La Bella Aurora>. Esta hermosa mujer venía de una familia cuya fortuna era grande, gracias a esto sus padres eran notablemente  unas personas con una suma influencia, teniendo en lo que corresponde a material una vida sin ningún tipo de preocupaciones.

La vida de esta joven muchacha Aurora, transcurría sin ningún tipo de preocupación ya que no tuvo necesidad alguna a lo largo de lo vivido, tenían todo lo que se necesitaba para estar sin preocupaciones. Gracias a esto la joven tenía un sin fin de pretendientes a tras de ella, se puede decir que se daba el gozo de despreciar a la mayoría de estos, sea por que no eran de su gusto o simplemente por capricho propio para sentirse mas a gusto con su clase social.

La bella Aurora no quería casarse con nadie, simplemente haciendo esto ella pensaba que mejoraría sin duda alguna su estatus social; llegó un día domingo y por la tarde se hacían carreras de toros en la popular plaza de la Independencia. La joven salió de su casa en dirección a este lugar, todo estaba en total y absoluta normalidad, la fiesta se manejaba con éxito, hasta que llegó el momento que todos estaban esperando ¡La magnífica salida del toro!, todos esperaban lo mejor aquella tarde.

¡Algo sucedió!

En efecto, salió al ruedo un esplendido, musculoso, y gigante toro enfurecido con un pelaje excesivamente negreo, con los ojos totalmente rojos inyectados de sangre y un vapor increíble saliendo por la nariz a medida que este iba respirando. Este formidable animal corrió directamente a donde se encontraba Aurora, la chica se iba atemorizando a medida que el toro salvaje se acercaba a el lugar de la tribuna donde se encontraba disfrutando del espectáculo.

Al llegar el animal, con los ojos llenos de sangre se quedó mirando fijamente a la joven Aurora, intimidando hasta el punto de desmayarse en el lugar provocando la sorpresa del público. La chica permaneció en el lugar varios minutos, y sin poder reanimarla sus padres la llevaron directo a su domicilio donde seguía aun sin cobrar conocimiento; luego de varios minutos finalmente la chica recobró sentido de ella preguntándose ¿Qué fue lo que sucedió, por qué estoy en mi casa?.

Luego de ese para de horas en la que no tenía conocimiento la Bella Aurora, despertó por completo y aun con la duda del por que se había desmayado, en un momento repentino se escuchó un golpe increíblemente fuerte en una de las paredes de su cuarto, justo después un segundo golpe derribó con totalidad este muro. La chica se encontró con la terrible sorpresa que quien lo hizo ¡Fue aquel toro de la plaza, con los ojos llorando en sangre quien la buscaba!

¡El toro se esfumó!

En ese momento, la bella chica lo primero que quiso hacer era gritar enloquecida y salir corriendo del lugar donde se encontraba este toro, ya sin nada que hacer, simplemente esperó que aquella bestia la embistiera hace matarla en ese preciso instante. Los padres llegaron a los minutos pero se encontraron con su hija en el piso, muerta y rodeada de sangre, buscaron en todos los sitios posibles a el animal, pero este se esfumó y no pudieron encontrarlo ¡Se llevó el alma de Aurora!

El Padre Almeida

Esta es la curiosa historia del Ecuador que tiene como personaje principal, a un padre muy querido por los habitantes de su localidad, vivía en una gran iglesia hermosa a la cual las personas visitaban constantemente por la buena vibra que esta traía, y las excelentes enseñanzas que predicaba el sacerdote en su hogar. Todo era muy tranquilo, Almeida era su nombre y estaba por experimenta su última escapada en vida ¡Tenía una rutina nocturna que solo realizaba en sigilo!

Resulta que aquel buen hombre tenía una rutina nocturna bastante extraña, ¡le gustaba beber alcohol!, si, este vicio que a muchas personas perjudica; su peculiar costumbre era salir de la iglesia a saciar su sed, la forma que tenía para hacerlo era bastante extraña, subía hasta lo más alto de la torre y se descolgaba por una cuerda justo hasta lo mas lejano de la calle, para así tener pocas probabilidades que la gente de la comunidad pudiera verlo salir y huir como un pequeño niño que robó un juguete.

Justo antes de descolgarse en las noches, el Padre Almeida tenia que subirse a una estatua de un normal tamaño de Jesucristo y luego coger los cables para bajar, arriesgando su vida día tras día; hubo un momento que justo antes de bajar a la calle escuchó una extraña voz casi en susurró que le preguntó ¿Padre Almeida cuándo será la última vez que hagas esto?, luego de esta voz se dejó caer; el Sacerdote, bastante asombrado se dirigió a un lejano bar a realizar su rutina diaria de bebida.

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¡Una fuerte adicción!

El padre no salió del bar hasta quedar completamente borracho, salió de allí casi sin poder caminar por su ebriedad, dando tumbos por las calles y golpeándose con todos los muros que veía a su paso; todo pasaba borroso en su mente hasta que iban unas personas que se asombraron con el estado de ebriedad que tenía el Padre Almeida, estos habitantes los cuales eran tres tenían en sus manos un féretro o urna totalmente vacía, pues la llevaban para un fallecido de la localidad.

Almeida quien iba con pasos despistados sin ver hacia el frente, se tropezó con aquellas personas tumbando la tapa que cubría el féretro, el padre reacción al golpe y ve inmediatamente lo descubierto, al hacerlo ve su propio rostro en la urna, aquel hombre recuperó su estado normal y salió corriendo desesperado a un lugar lejano de aquellos hombres y lleno de susto. ¡Su corazón latía fuertemente! pues no podía creer lo que había sucedido en esa noche.

Al descansar se dirigió a la iglesia, con el asombro aun entre sus pensamientos se dirigió a la estatua de Jesucristo de la que tanto saltaba en las noches, y le prometió no volver a salir nunca mas en las noches y que dejaría de forma definitiva el alcohol. Los habitantes del pueblo después de aquel día, notaron un cambio radical en la cara de la Estatua, pues inmediatamente se corrió el rumor de que era su rostro de alegría al saber que recuperó a un fiel servidor, pues ¡Fue el quien le habló!

La dama que tenía la cara tapada

Esta terrorífica historia es bastante conocida, ya que en ocasiones es fuertemente confundida con la leyenda de la llorona, cabe recalcar que estos dos relatos son totalmente diferentes y que no tienen relación alguna. En todo el Ecuador a mitades de cada año se aparece a mitad de la noche, alrededor de las 2 de la mañana, una mujer de apariencia bastante delgada, con el rostro totalmente cubierto con un blanco velo, nadie puede vérselo, y divaga por todo el pueblo que decide visitar.

Esta mujer de la noche, viste de manera bastante elegante, con un hermoso vestido que la cubre de cuello a pies, porta una figura esbelta y en su cabeza lleva una sombrilla un poco grande para lo delgada que es; dicen los pocos hombres que han logrado verla que al acercarse esta mujer emana de su piel un aroma delicioso y agradable que enloquece de una forma impresionante, esto hace que los hombres sin pensarlo la sigan a donde quiera que esta chica los guíe a lo largo de la noche.

Este poderoso aroma hace que la víctima siga a esta mujer por la noche y no se de cuenta hacia donde se dirige, un arma seductora pero mortal; el espíritu lleva al hombre seducido hasta un lejano lugar donde ninguna persona del pueblo pueda ayudarlo. Es en este momento cuando el hombre vuelve a la realidad ya que el perfume se desvaneció por completo, justo en este momento la victima descubre que tiene una mujer al frente en un lugar oscuro ¡No hay a donde ir!

¡Un rostro horrible!

Al estar al frente del hombre, la mujer descubre totalmente su rostro, comenzando por la sombrilla y finalizando por el velo que tapaba completamente su cara, al hacerlo la victima se encuentra con un rostro en un estado avanzado de putrefacción y descomposición horrible, se le pueden ver partes de la calavera se su rostro, con una mirada infernal, los ojos rojos y llenos de odio, el hombre con su cuerpo en total terror no le queda otra opción que dejar de moverse.

Al mirar ese asqueroso rostro, el perfume de la mujer rápidamente se convierte en un olor desagradable, como a carne podrida cuando esta en ese estado de descomposición; ya la victima al dejar de moverse por el asombro va quedando sin signos vitales, dejando su corazón de latir por completo. Los pocos hombres que se han salvado, han quedado recluidos en centros de salud mental, y los conscientes se han alejado a la civilización recordando por siempre ¡Aquel rostro aterrador!

El gallo de la Catedral

Esta es la historia de un señor que tenía por nombre Don Ramon Ayala y Sandoval, el cual tenía una fantástica vida nocturna de juegos y vicios, lo que el llamaba una excelente velada, le encantaban las apuestas junto con sus amigos y tocar la guitarra mientras bebía y se embriagaba por completo hasta la madrugada. Muchos habitantes del pueblo comentaban que su dañado corazón pertenecía a una residente local que se llamaba Mariana, vivía a las cercanías de su hermosa hacienda.

Este peculiar señor tenía una rutina diaria de Lunes a Domingo que no cambiaba en lo absoluto, se levantaba a la fija hora de las 6 de la mañana y se solicitaba a su sirvienta que le preparara su desayuno para comérselo y seguir con su amanecer; a la hora de almuerzo siempre pedía lo mismo, un jugoso bistec en su salsa, junto con un espumoso y humeante chocolate caliente, papas, y huevos fritos, saciando su enorme apetito de una forma, viendo las lejanías de sus terrenos.

Al terminar la comida se dirigía con gusto a su amplia biblioteca a leer sus libros favoritos, hasta que finalmente se iba a su habitación a optar por una gran y merecida siesta. Luego de dormir toda la tarde se levantaba felizmente y de disponía a pegarse una relajante ducha, arreglarse y esperar ansioso las 6 de la tarde para salir a montar en su caballo y pasear por los alrededores del local de la chica de sus sueños Mariana, quienes vecinos locales la apodaban ¡La chola!

¡De camino a la muerte!

Al entrar al local se saciaba con unas copas del mejor vino, esa misma tarde se encontró a un señor que poseía uno de los mejores gallos de la zona, un pura sangre que intimidaba a cualquiera. Don Ramón no retó al dueño del gallo si no al animal frente a frente gracias a que estaba un poco embriagado; el Ave al parecer acepto el duelo, ya que se preparó en posición de pelea y con un carisma que pocos animales de su clase tenían, era asombroso.

Al gallo inmediatamente, en posición atacó directamente a Don Ramón picoteándolo en el medio de la frente, el señor se asustó inmediatamente y se acorraló en una esquina, en este momento el gallo lo siguió y lo acorraló. Del asombro Ayala le pidió perdón al gallo a lo que este enseguida respondió, ¡No vuelvas mas nunca a bebes ya que si lo haces, volveré y te mataré sin piedad!, luego de un tiempo, Don Ramón volvió a beber y en la noche este desapareció y la gente mas nunca lo volvió a ver.

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La Leyenda del Chuzalongo

Como sexta de las historias del Ecuador tenemos a la conocida Leyenda del Chuzalongo, tiene como origen la ciudad de Quito, en la parte costeña, era un señor agricultor de buenas costumbres que tenía todo su ganado pastando tranquilamente, todo estaba bien durante el día, hasta que en un momento el cielo comenzó a tornarse con una tonalidad gris, anunciando que pronto iba a llegar una tormenta, por lo que debía actuar lo mas rápido posible antes de que ella llegará.

El agricultor sabía que se le era imposible juntar todo el ganado antes de que la tormenta llegase al lugar, por lo que decidió llamar a sus hijas y estas aceptaron la labor, acorralando el ganado y encerrándolo en poco tiempo, justo después que ya estaba todo bien el padre de las jóvenes seguía en el campo mientras estas estaban en la bodega junto con las vacas. En este momento ocurrió algo inexplicable, detrás en la esquina del lugar se encontraba una extraña criatura con un aspecto ¡terrorífico!

Esta terrorífica criatura era pequeña, tenía la nariz larga y puntiaguda junto con sus orejas, su cabellera era bastante larga, casi tocaba el suelo, con una tonalidad gris; al verlo las jóvenes atemorizadas gritaron con locura pero para su infortunio nadie acudió a su rescate, y el padre estaba bastante lejos, pasó un largo tiempo y el agricultor había notado que sus hijas no habían vuelto por el, gracias a esto el agarró su escopeta y bajó a la bodega a buscarlas llegando en pocas horas.

Sus hijas estaban en peligro

Al llegar a el encierro y con la escopeta en la mano, se encontró con una terrible escena, una de sus hijas estaba en el suelo con múltiples heridas con arma blanca y la otra estaba con un trozo de madera enterrado en su abdomen, mutilada, y con parte de su cara totalmente destrozada. El agricultor lleno de dolor se preguntó ¿qué fue lo que ocurrió con sus pequeñas?, a lo lejos vio la criatura pequeña totalmente desnuda y desvaneciéndose a medida que caminaba ¡con las manos llenas en sangre!

La Leyenda de la Caja Ronca

Esta aterradora leyenda tiene como comienzo en la Ciudad de San Miguel de Ibarra, donde vivían dos grandes amigos de infancia, se llamaban Manuel y Carlos, tenían un trato especial,jugaban y se divertían todos los días. Una mañana de un jueves, el padre del joven Carlos les encomendó que justo antes de salir a jugar en el jardín les regaran las plantas ya que desde hace tiempo no había llovido y tenia el pensamiento que podían llegar a secarse y marchitarse sus flores.

Como eran tan solo unos pequeños niños, era natural que esta labor se les olvidara a los dos, se distrajeron por completo jugando y corriendo por los alrededores del campo, al llegar la noche, Carlos estaba con su amigo y se acordó de lo que su padre le había pedido y quería evitar un regaño, pidiéndole a su compañero que a la media noche lo acompañara a regar las plantas y que en esa hora su progenitor estaría en total y absoluto sueño ¡una idea perfecta para evitar consecuencias!

Carlos al ir caminando estaba cambiando de opinión, ya que el lugar estaba muy oscuro y el miedo le estaba venciendo, al pasar eso le pide a su amigo Manuel que valla delante de el guiándole el paso, el chico sin problema alguno accedió a la petición de su compañero encontrándose de primer lugar a unas macetas que debían regarse por que estaban casi marchitas, el miedo se apoderó de los dos cuando a lo lejos se  escuchaban voces en diferentes idiomas como cuando las personas están rezando.

habían unas criaturas

Estos pequeños vieron que a lo lejos estaban unas criaturas que no eran seres humanos,se escondieron rápidamente atrás de un árbol estas podían flotar y tenían su rostro totalmente cubierto con capuchas, ademas cada una de estas misteriosas cosas tenían en sus manos unas velas de color negro largas y apagadas. Al pasar este momento, las criaturas se desvanecieron y justo al momento apareció al lugar una extraña carroza con un ente terrorífico y un aura negativa.

En ese momento que Carlos estaba recordando la historia que le comentó su Abuelo siguió viendo aquella carroza atemorizado, hasta que en un punto de total temor se desmayaron los dos. En el momento en el que despertaron se encontraron que cada uno en sus manos tenían una vela ¡no de cera si no de Hueso!, rápidamente la soltaron y salieron corriendo cada uno a su casa prometiéndose nunca mas salir de noche a jugar por que no querían volver a ver mas nunca esas ¡Horribles criaturas!

El Cristo Redentor de los Andes

Esta historia comienza cuando los sacerdotes no podían creer lo que había sucedido; Manuel Chili, un pequeño niño indígena que se colgaba y correteaba por los andamios y pasadizos de la iglesia mayor de los jesuitas en la ciudad de Quito de pronto se había convertido en un gran artista. Sorprendidos por la habilidad artesanales demostrada por el  joven, los jesuitas decidieron tomar a su cargo la educación, darle vivienda, comida y un poco de dinero ya que en ese entonces los artesanos no gozaban del mismo trato que los reconocidos como verdaderos artistas.

Además del apoyo, los padres de La Compañía lo pusieron a cargo del gran escultor Bernardo de Legarda para que puliera las aptitudes de Manuel para que mejorara su técnica en la escultura y la pintura. Así nació el gran Caspicara, uno de los mayores exponentes de la Escuela de Quito en Ecuador, poco a poco gracias a su gozo y dedicación fue siendo reconocido por los locales en un grandioso abrir y cerrar de ojos en tan solo muy poco tiempo.

El reconocimiento

Manuel Chili, empezó a ser reconocido bajo el seudónimo de Caspicara, que en quichua significa «cara de palo»  quizá por su destreza para convertir la madera en asombrosas obras de arte. Caspicara vivía entregado a sus obras trabajaba hasta 12 horas diarias siempre sobre andamios y cerca de bordes peligrosos. Este constante trabajo por lo alto le originó un intenso miedo a las alturas. Cuentan que debido a esta fobia, Caspicara permanecía varias horas en silencio y con los ojos cerrados.

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Esto terminaba por enfurecer al capellán de la iglesia que creía equivocadamente que Manuel dormía en lugar de trabajar.
La fama de artista se extendió por todo el nuevo y viejo mundo. Sus obras comenzaron a valorarse en muchos pesos de oro y sus imágenes de santos, cristos y vírgenes decoraban iglesias de todo nuestro país y también de Colombia, Perú, Venezuela y España. Es tanta la belleza y el realismo que ha impreso Caspicara en su obra, les han agregado propiedades milagrosas.

Actualmente es difícil poner un precio a las obras de Manuel Chili ya que, por un lado, superarían los varios millones de dólares, mientras que por otro, son invaluables en tanto que son patrimonio cultural del Ecuador.
Como sucede con muchos artistas, Caspicara murío en la miseria más triste, abandonado en la soledad de un hospicio y despreciado por sus contemporáneos.

La olla del Panecillo

El Panecillo es una elevación que se encuentra dentro de la ciudad de Quito. Cuentan nativos de la localidad que hace muchos años atrás, una hermosa mujer acostumbraba llevar a pastar a su vaca a esa zona, pues no tenía otro lugar en donde alimentarla, debido a que contaba con muy poco dinero, era una mujer muy pobre y aquella vaca era una manera que tenía para subsistir y mantenerse, ya que no tenía ninguna otra fuente de ingresos.

Un día dejó a la vaca sola cerca de la olla, más cuando regresó el animal había desaparecido. Sumamente asustada por perder a su única fuente de sustento, la mujer empezó a recorrer las cercanías del lugar, para ver si podía encontrarla.Las horas pasaban y pasaban y la vaca continuaba sin aparecer. Era tal su propósito por localizarla, que bajó hasta el fondo de la olla, para revisar si la vaca se encontraba allí, en ese lugar.

Cuál sería la sorpresa de la mujer que en aquel lugar se alzaba un palacio de enorme tamaño.El castillo tenía las puertas abiertas y en su interior se alcanzaba a observar a una bellísima princesa sentada en su trono. Su alteza al darse cuenta de la llegada de la mujer, rápidamente le preguntó esbozando una sonrisa: ¿por qué has venido a visitarme el día de hoy? no es una visita. De hecho, me apena mucho que me vea así. Lo que pasa es que he extraviado a mi ganado y si no la encuentro, quedaré aún más pobre de lo que soy

¡Una mujer con pocas ganancias!

Esto era la única fuente de ganancias de aquella dama, mientras que de sus ojos brotaban algunas lágrimas.Luego de escucharla, la princesa le obsequió una mazorca y un ladrillo de oro para tratar de compensar la pérdida. De igual forma, le dijo que no se preocupara, ya que seguramente la vaca había regresado a su casa. La mujer le agradeció a la princesa todas sus atenciones y cuando iba caminando hacia fuera del castillo, observó con infinita alegría que su vaca la estaba esperando.

La Capa del Estudiante

La Capa del Estudiante es una historia de terror originada en la Capital del Ecuador, bastante conocida por sus habitantes, comienza cuando unos laboriosos estudiantes se dedicaban a repasar la guía practica que les habían enviado para estudiar y prepararse para un examen oral, ¡Uno de los últimos del año escolar! uno de estos jóvenes tenía por nombre Juan, su preocupación no eran los exámenes, solo tenía en mente que sus botas estaban bastante viejas y necesitaba unas nuevas.

La necesitad de unas botas carcomía su mente, ya que no poseía el dinero suficiente para adquirir unas nuevas de la calidad que el prefería; la razón de esto es por que el muchacho era un joven vanidoso y cuidadoso con su forma de vestir, y los exámenes eran los momentos perfectos para lucir su vestimenta perfecta para el. Juan tenía una capa escolar y sus amigos le dieron la maravillosa idea de empeñarla por unos días y se comprara el calzado que tanto necesitaba y luego cancelara la deuda.

Esta idea era maravillosa para sus amigos, pero no para el, así que se negó por completo a hacer esto que tanto le pedían sus amigos para beneficio propio, por los que decidieron hacerles un préstamo de dinero con una sola condición, el joven Juan, debería ir hacía el  cementerio local y buscar el lugar de la tumba donde habían enterrado a mujer hace poco tiempos días, esta se había quitado la vida por una razón bastante lastimosa para el joven, así que esta petición era una total y absoluta locura.

Un reto que lo llevaría a la muerte

Esta mujer para infortunio de Juan era su novia, quien se había suicidado días atrás luego de enterarse de algo que le partió el corazón, por que este joven le había sido infiel con una chica de la localidad, así que esta idea era aun mas descabellada que la anterior, por que tenía que clavar un clavo en su tumba y estos les prestaban el dinero. Juan no quería en lo absoluta realizar esta petición para así no recordar este amor del pasado que se había quitado la vida gracias a el por una infidelidad.

Pero su necesidad de tener esas botas que tanto quería, iban mas allá así que tras largos minutos de pensar y pensar por lo que aceptó la petición de esta terrorífica cita por sus compañeros y estos quedaron totalmente sorprendidos. Rápidamente y sin reniego alguno se dirigió a el cementerio local, en la parte de atrás tenía unas grandes rejas, se dispuso a saltarlas para entrar y así comenzar la búsqueda de esta nombrada tumba, cabe recalcar que el muchacho iba completamente solo.

Después de horas de búsqueda, el joven Juan finalmente encontró aquella tumba de la reciente fallecida, se quedó un rato de pié al frente de ella, luego de pasar unos minutos, rápidamente volvió en el y se dispuso a sacar el clavo desde uno de sus bolsillos, de acercó a la tumba y se colocó en frente de su nombre, por lo que de inmediato comenzó a clavar, Juan sentía que cada golpe que daba era una forma de pedirle perdón a la joven por lo que había ocurrido, pues no quería esto.

¡Nunca volvió!

Juan, luego de un largo rato clavando, finalmente terminó y quiso volver con sus amigos para comentarles que si pudo lograrlo; en ese momento el joven notó que algo lo detenía y no podía moverse. El Muchacho no pudo volver con sus amigos, por lo que estos atemorizados y habían notado que era la mañana siguiente el no había regresado, de aquella misteriosa cita con su antiguo amor a quién engañó, tomaron la decisión de coger sus cosas, y dirigirse a este panteón de la localidad.

Los compañeros del joven , tras largas horas de búsqueda de su amigo y la Tumba de aquella muchacha, finalmente la encontraron, ¡Pero con algo de miedo!, se acercaron, allí en un costado yacía su amigo, muerto y bañado en sangre en su totalidad, lo habían asesinado de forma despiadada. Lo mas extraño es que al ir Juan en una mañana, nadie escuchó un mínimo ruido proveniente del Cementerio; pero algo extraño notaron ¡se encontraba la capa de Juan totalmente clavada en la tumba!

La Leyenda de Mariangula

Como siguiente, tenemos a una terrorífica historia de terror del Ecuador que comienza en los alrededores de la casa de una joven muchacha de tan solo 14 años llamada Mariangula, la madre de esta joven se dedicada en día, tarde y noche a vender comida rápida (Tripa asada al carbón), un día de mucho trabajo y excelente para vender aquellos alimentos se tornaba de lo mas normal, pues había bastante venta, a la madre de la joven se le terminaron las tripas para su asado.

En este momento la madre desesperada por atender a sus clientes, llama a Mariangula y le pide como mandado que esta compre mas tripas, pues las que tenía se le habían terminado, la joven era un tanto rebelde por lo que no acató ordenes de su madre y prefirió llamar a sus amigos y salir a jugar con ellos. Tenía el dinero en una bolsa, y no cansada con jugar con sus compañeros, se dispuso a gastarlo con sus camaradas y pasar lo que ella llamaba ¡un buen rato!.

Justo al darse cuenta de que no tenía mas dinero y que en algún momento tenía que llegar a donde su madre, la joven Mariangula pensó que al llegar, al darse cuenta que no traía nada le iban a llover una serie de castigos consecuentes, se sentó en un banquillo a reflexionar sobre lo sucedido. La muchacha se preocupó demasiado ya que no sabía que hacer así que comenzó a dirigirse hacia su casa, caminando lentamente pasa por el Cementerio local y se le ocurre una despiadada idea.

¡Mariangula hizo algo muy aterrador!

Tomó camino al cementerio con la idea en su mente, ya con esto la joven comenzó a buscar una Tumba que había sido ocupada con un fallecido reciente de la zona, no había absolutamente nadie en el Panteón, por lo que tomó una pala de las cercanías y comenzó a cavar hasta encontrar el sarcófago del difunto. Justo de inmediato abrió la caja y con una pequeña navaja comenzó a abrirle su abdomen hasta llegar a las tripas del difunto y comenzó a sacarlas de una manera despiadada ¡Parecía un zombie!.

Al terminar, ya era tarde, casi de noche; justo como ella pensó, la madre no la reprimió por su tardanza, pues había conseguido mas tripas para sostenerse mientras su hija hacía el mandado. Estas nuevas tripas que Mariangula trajo a la señora se vendieron mucho mejor que las otras, les encantó a los clientes por lo que quedaron satisfechos; la joven pasó una noche agradable, pues se salió con la suya, teniendo esto en cuenta para una posible ¡próxima vez!

Ya eran casi la media noche y la niña se dirigió a su cuarto a Dormir, ya rendida por el sueño escucha un fuerte golpe en la puerta principal, estos golpes se hacían mas y mas fuertes, hasta que en un momento ya no golpearon mas a la puerta, justo en ese momento Mariangula escucha como la puerta se abre cuidadosamente y unos pasos notables hacían pista por los alrededores de aquella casa, la joven sabia lo que había realizado, así que se quedó atemorizada postrada en su cama.

Muerta en su cama

Los pasos se hacían cada vez mas notables, en este punto Mariangula decidió meterse bajo su cama, pues escuchó que aquellos caminares se dirigían a las escaleras que daban a su cuarto. En este momento la joven escucha una tenebrosa y macabra voz que le dijo, ¡niña devuélveme las tripas que me robaste!, la joven en total temor tomó unas tijeras que tenía en un cajón y se sacó las tripas, al día siguiente la madre la encontró muerta, sin nada adentro acostada en su cama ¡bañada en sangre!

El Huiña Huilli de Bolívar

El Huiña Huilli de Bolívar es una historia que nace en la capital del Ecuador llamada Quito, comienza con un personaje que tenía el poderoso vicio de jugar a las cartas con sus amigos, le encantaba apostar y ganar dinero, pues nunca perdía. José tenia por nombre este Tahúr, era una persona que le encantaba hacer trampa a quienes acompañaba en el juego. El Experto en la baraja un día le fue tan bien que llenó todos sus bolsillos en monedas ganadas gracias a aquella trampa.

Un día, en el bar conde recurría a jugar, se encontró a unos jugadores con tan buenos como el, los invitó a jugar, apostando y perdiendo todo gracias a sus trampas; lo que no sabia José era que estos pequeños jugadores, eran mandados por locales de la zona a quienes el tahúr ya había ganado con estos trucos bajos, los jugadores le dieron al experto una botella repleta de luciérnagas para que así al salir ebrio por la noche los que querían tomar venganza se ubiquen en una zona para atraparlo.

La venganza no resultó,ya que José, al bajar la colina se tropezó con un muro, partiendo por completo la botella y regando todas las luciérnagas en una colina; en este momento, escuchó un lamentó de un bebe que estaba por la zona, cabe mencionar que el experto era un hombre sin miedo alguno y no se preocupaba por los demás, por lo que decidió seguir su rumbo, al caminar los gritos se hacían mas y mas fuertes, ya sin más que hacer el señor se dirigió hacia donde estaba el bebe.

Una horrible criatura

El pequeño infante estaba en el suelo de una pequeña esquina bajo la colina, solo y sin abrigo, el tahúr se quitó la manta que lo arropaba y cubrió al bebe y lo tubo entre sus brazos acalorados, de camino a su casa sintió como el costado de su cuerpo donde reposaba el bebé comenzó a calentarse de una manera inquietante, ya sin aguantar José decidió soltar al infante pero notó que unas poderosas garras puntiagudas se aferraban a su cuerpo sin querer soltarlo, por lo que rápidamente se lanzó al suelo.

Leyendas del ecuador

Luego de este terrorífico momento escuchó del infante una poderosa voz grave que le susurró, ¡ te tengo para mi, no te voy a solar y te mataré y devoraré!, José preocupado y tartamudeando le contestó; ¿Por qué a mi, que hice yo para que quieras eso si acabo de salvar tu vida?, en pequeño habló inmediatamente contestándole que  el era una persona sumamente egoísta con los demás por lo que debería morir, haciéndose cada vez mas horrible esta pequeña criatura de la colina.

José, en medio del temor ocasionado por el bebe criatura, decidió suplicar por su vida, desmayándose en esta colina por el terror que tenía su cuerpo y mente. A la mañana siguiente, se despertó gracias a los rayos del sol y siguió escuchando el llanto del bebé, por lo que se dio cuenta que no se había tratado de algún sueño por su ebriedad. En este momento el Tahúr prometió mas nunca volver a la bebida ni al vicio del juego con sus amigos haciendo trampas. ¡portándose bien el resto de su vida!.

La Tacona de las Esmeraldas

Esta historia tiene como base la ciudad llamada las Esmeraldas en el Ecuador, en una hermosa zona vivía una joven muchacha que salía todas las noches de luna llena a contar las estrellas y apreciar lo magnífico de su pueblo a solas. En una noche de estas caminatas solitarias estaba dirigiéndose a un pequeño jardín, cuando de forma inesperada una persona tomó su brazo de una manera muy fuerte y la llevó corriendo a una esquina, en este lugar aquel hombre intentó sobrepasarse y robarle un beso.

Justo después de aquel incidente, la joven se marchó a su casa con su vestimenta totalmente destrozada y los labios rotos, pues aquel hombre abusó de ella en esa esquina, con los ojos totalmente llenos de dolorosa lágrimas, se desvistió y se dirigió a su pequeño cuarto de baño, donde se comenzó a duchar y con mucho dolor en su alma lavándose cu cabello juramentó de forma segura que esta era la primera y última vez que un hombre abusaba de ella como en esa ocasión.

Justo después de aquel baño, salió y se dirigió a su armario, del cual sacó un hermoso vestido rojo junto con unos zapatos de tacón alto, se los colocó, arreglo su cabello y salió a la calle, a dirigirse camino a un bar a tomarse unos tragos, pues quería olvidar embriagándose de aquel momento en el que aquel hombre abusó de ella sin piedad. En el largo trecho los hombres de la localidad no dejaban de mirarla, e inmediatamente salió a relucir un apodo que la caracterizaba al momento ¡la tacona!

La joven no salia de su desgracia

Este apodo se lo colocaron gracias a lo grandes que eran sus zapatos de tacón, justo al llegar al bar, efectivamente la muchacha comenzó a beber de manera apresurada, a lo que después de unas cuantas horas y con muchas miradas a su alrededor por su belleza, se le sentó un joven y apuesto hombre a su lado, por lo que la chica reaccionó en forma de desprecio, este le dijo ¡calma! No quiero hacerte daño solo quiero acompañarte a tomar unos tragos, pues hirieron mi corazón.

La joven y aquel hombre compartieron una velada agradable, olvidando cada uno su dolor, horas antes del amanecer el joven le propone ir a la playa, pues una mañana junto a ella sería hermoso. Se dirigieron a la costa y estando allí el hombre la tomó fuertemente por la cintura y la intentó besar, justo antes de que se tocaran sus labios, la joven muchacha se transformó en un espantoso cadáver asesinando al transgresor de un solo golpe ¡Pues ella había pactado con la muerte y tomó venganza!

El descabezado del pueblo de Riobamba

Esta es una pequeña y corta historia que se origina en una localidad de la Ciudad de Riobamba en Ecuador; se trata de un alma en pena que se traslada en un caballo que origina enormes pisadas a medida que avanza en su camino. Cuenta la Leyenda que este terrorífico ente comenzó a aparecer de forma seguida a comienzos del siglo XIX, cuando las calles de esta ciudad aún no habían sido construidas, y eran peligrosos caminos de piedra y plantas a su alrededor.

Lo conocen como un ser de ultratumba que divaga por las noches buscando sangre y que se le sea devuelta su cabeza, pues ningún nativo sabe porque aparece, relatos de personas cuentan lo siguiente; el ente aparece a mitad de año cuando la luna llena está en su máximo esplendor, aquellos que lo han visto de frente inmediatamente perdieron el habla y el conocimiento por varios meses, en estas épocas del año los habitantes se guardan temprano, pues ¡no quieren encontrárselo de frente!

La Leyenda de la Iglesia del robo

La cultura popular tradicional constituye una dimensión que responde a las aspiraciones históricas de un pueblo, como forma de preservar las identidades individuales y colectivas, las tradiciones, normas, valores sociales, creencias y sobre todo el patrimonio. Las historias, las leyendas, las calles, las plazas y lugares tradicionales, forman parte de ese Quito, patrimonio Cultural de la Humanidad. Una de esas historias es la conocida como “la Capilla del Robo”, que por este día lo recordamos.

El investigador llamado Ángel Bedoya nos recuerda este pasaje de la historia de Quito. “En la noche del 19 de enero de 1649 los ladrones sacaron una losa grande que servía de grada de entrada de de la iglesia de Santa Clara, penetrando en su interior y creyendo que el sagrario era un baúl de plata maciza, que contenía gran acopio de joyas, le robaron. más dándose cuenta del contenido huyeron abandonando y llevándose el copón que dos días después dejaron en la puerta de la iglesia de San Francisco.

Leyendas del ecuador

¡Algo sucedió!

Se hicieron averiguaciones por descubrir el paradero y unos clérigos dieron con la urna desfondada y algunas hostias desparramadas en el callejón que cruzaba la quebrada detrás del convento. Esta quebrada era conocida como Jerusalén, que en otra época fue rellenada y que ahora es la Avenida 24 de mayo. El Obispo de entonces, Señor Saravia, escribió una censura amenazante que fue leída en todas las iglesias, dando plazo de dos días para denunciar a los profanadores.

Además comentó que se hiciera procesión general de penitencia de españoles e indios, la que se llevó a efecto el 29 de enero; fue una de las mayores que ha habido en Quito. Salida a las ocho de la noche de la Catedral recorrió por toda la ciudad y terminó a las dos y media de la madrugada en medio del silencio sepulcral. De imaginar cómo iban delante de las cofradías y clerecía, descalza la multitud de penitentes que se azotaban unos a otros puestos coronas de espinas.

Otros puestos en cruz desnudos y otros con cadenas y grillos. El relato continúa y nos cuenta que,  en el lugar donde llegaron a votar la urna se levantó una capilla, la que estuvo terminada el 20 de enero del año siguiente, se celebró fiesta y el excelentísimo Saravia la puso por nombre Jerusalen. La capilla edificada por el obispo duró poco tiempo y permaneció arruinada hasta el año 1812 en que el Obispo Cuero y Caicedo construyó la que hoy existe.

El luterano y el escudo de Riobamba

Como una de las historias reales increíbles de todo el Ecuador, tenemos a el Luterano y el escudo de la ciudad de Riobamba; cuenta la Leyenda que se trataba de un joven emprendedor que tenía como única forma de ganar dinero, alquilar su caballo a quién lo necesitara por hora, a cambio este pedía solo unas cuantas monedas. El chico era un hombre extranjero que había llegado a la localidad de Guamote para obtener buenas fuentes de ingresos, pues era un lugar de buenos empleos.

Pasó poco tiempo y el joven muchacho no encontraba trabajo, por lo que decidió tomar una penosa estrategia, pues su acompañante el caballo no le generaba suficientes ingresos para poder mantenerse y subsistir. Esta táctica era dirigirse como segunda localidad la ciudad de Riobamba, donde entró en calidad de limosnero, ¡Pero! No cualquier mendigo que suplicaba por el grandioso amor de Dios para que le dieran las monedas que estos podían, al contrario hacía algo mucho peor.

El joven con el mayor de sus malos gestos pedía de forma grosera a los habitantes de la localidad ¡Oye, dame un trozo de pan o unas monedas! Esto haciéndolo de forma seguida, e incluso robando a indefensos ancianos o niños que hacían un mandado. El chico no conforme, un día se acercó a una iglesia local y mientras se originaba una hermosa misa a San Pedro, esta aprovechó para dirigirse al lugar donde se encontraba el Sacerdote y le arrebató la Ostia de las manos para luego comérsela en frente de todos los presentes, generando una situación de total incomodidad y desprecio de los lugareños.

Murió por los habitantes del pueblo

Los presentes no podían aceptar un acto tan irrespetuoso para con alguien que dedica sus días a la predicación de Dios, justo en ese momento distintos hombres tomaron sus espadas y sujetaron al joven con un trozo de Ostia aún en la boca. Al tomarlo le propinaron sus armas en el cuerpo, matándolo en el acto, y dejándolo tirado al frente de aquella iglesia donde se celebraba el acto a San Pedro, poco tiempo después vinieron las investigaciones del porque había realizado esta hombre aquel acto.

Se determinó que el joven extranjero era un luterano que tenía una condición mental que lo hacía ser una persona un tanto agresiva al verse en malas situaciones, pues en otros pueblos había realizado lo mismo con frecuencia. Esta noticia rápidamente llegó a la Capital del Ecuador donde el presidente de la municipalidad solicitó el cuerpo de aquel joven para así poder ser cremado. Este suceso llegó a manos del rey de España, donde traspaso fronteras, este de manera inmediata otorgó al presidente municipal un obsequio, este era el Escudo de armas en forma de agradecimiento por preservar sus doctrinas del catolicismo.

El Agualongo

Esta historia llamada el Agualongo, tiene como comienzos en el siglo XVIII, justo terminando, se originó un poderoso terremoto, este devastó casi en su totalidad una gran parte de la zona central del Ecuador; muy poco tiempo antes, personas aseguraron que se originaron antes del siniestro una serie de eventos y fenómenos extraños que indicaban que algo horrible estaba a punto de suceder, hay registros de ello, como el caso que estas a punto de ver y te aseguro que ¡te sorprenderá!

Este caso tiene como fenómeno a una estatua grande que se encontraba en el centro de una localidad de Riobamba, vecinos locales aseguraron que escasos momentos antes de que se originaran pequeños temblores antes del terremoto mayor, esta estatua comenzó a moverse como si quisiera caminar y comenzó a girar en su propio eje, haciendo que las personas se atemorizaran de forma increíble, pues ¡no podían creer lo que estaba sucediendo!

La estatua pudo girar en su propio eje alrededor de 8 veces hasta que se paró repentinamente y comenzaron los pequeños temblores, luego de esto firó por última vez, hasta que se presentó de manera sorprendente un terremoto de una alta escala, el cual azotó gran parte de la zona central del Ecuador; especialistas en casos paranormales, indicaron que la Estatua estaba avisando que algo malo estaba a punto de suceder, por lo que dio esos giros para así ver a la ciudad de Riobamba y su belleza por última vez antes del caos, ya que al día siguiente solo quedaron escombros de esta escultura que ¡asombró a todos!

La silla del Cementerio

La silla del Cementerio es una Leyenda, mas de terror es de amor del Ecuador que se originó en la Ciudad de Quito, una hermosa pareja que contrajo matrimonio a comienzos del siglo XIX luego de casarse en la Capital, se dirigieron a la ciudad de Riobamba, estos dos seres tenían un gran entendimiento el uno al otro, compartían las mismas aficiones y gustos ¡Pero! Además lo que mas les gustaba era llevar un conjunto de acciones que desencadenaban el popular bien social para la época.

La pareja rozaba la perfección en cuanto a la responsabilidad y el bien mutuo que se generaban, pero no estaban al tanto de lo que estaba por suceder. Elizabeth era el nombre de aquella mujer que vivía en pleno gozo de su matrimonio, hasta que su salud se vio en decadencia en poco tiempo al contraer una enfermedad totalmente desconocida, la chica luchó varios meses hasta que repentinamente murió, dejando al esposo en un stock emocional por perder al amor de su vida en ese momento.

Jozef, el esposo de la difunta Elizabeth, quedó totalmente destrozado por un largo tiempo, por lo que todos los días de tomaba unas cuantas horas abrazando la lápida de la tumba de su esposa a quien amó y seguía amando con locura, el hombre no podía sacar la imagen se su mente ¡se estaba volviendo loco! esta pareja en el Ecuador estaban como extranjeros, por lo que tenían un plazo vencido de estadía en el País, Jozef estaba consciente de eso pero no quería dejar sola la tumba de su esposa.

Era un hombre que no podía vivir sin su esposa

El hombre en su país de origen no tenía absolutamente a nadie, pues a parte de su esposa no poseía a ningún familiar; las autoridades locales, al ver que Jozef estaba negándose rotundamente a dejar a su esposa sola, sin su compañía en el cementerio se compadecieron de el y le comentaron que si este seguía visitándola con regularidad le permitían quedarse en el país tranquilamente para así seguir junto a ella como el tanto quería, pues ¡habían realizado un pacto de unión hasta el final!

Leyendas del ecuador

El hombre siguió visitándola y pasando horas con ella todos los días, e incluso le leía poemas que le escribía y le contaba historias riéndose y sintiéndose en pleno gusto, Jozef un día llevó a la tumba de su esposa una peculiar y vieja silla para poder así acompañarla, pues no podía seguir de pié, ya habían pasado muchos años desde su muerte; el hombre luego de acompañarla el resto de sus días finalmente murió, y las autoridades locales decidieron enterrarlo junto a ella, dejando a un costado aquella valiosa silla que permanece allí, como símbolo del gran amor que sentía por la hermosa Elizabeth.

Es necesario comentar que los cementerios son el hogar final para el cuerpo de las almas que se dirigen al otro mundo, allí es donde la vida y la muerte se mezclan cuando las personas despiden a sus seres queridos con un último adiós, este es un territorio que tiene un gran poder, si el panteón nos pudiera contar las historias que suceden dentro de el, sería un sin fin de relatos sorprendentes de leyendas que merecen ser contados y distribuidos por los alrededores de todo el mundo.

El duende de San Gerardo

San Gerardo es una pequeña localidad que se encuentra a los alrededores de la Ciudad Ecuatoriana de Riobamba, hubo una vez que una persona del pueblo que tenía por nombre Juan, se encontraba laborando arduamente en el día en una zona del bosque bastante apartada de las personas; de hecho aquel señor tenía que levantarse de madrugada y antes de que el reloj marcara las 6 de la mañana, tenía que dirigirse al espeso bosque y atravesar casi por completo durante algunas horas.

Justo al llegar a su trabajo, se motivaba a trabajar arduamente por todo el día hasta un poco mas de las 8 de la noche, cuando estaba cansado por su labor se tornaba a regresar a su hogar. En una de aquellas veces que Juan se decidía regresar a su casa tuvo el presentimiento de que alguien lo estaba siguiendo, pero como estaba bastante agotado prefirió no darle importancia, además como el viento estaba muy fuerte, pensó que eran las hojas de los árboles las que se movían.

Luego de unas largas horas de seguir caminando, Juan escuchó una fuerte voz tras de las hojas de los árboles del bosque que le decía; ¡Quédate tranquilo en ese lugar y no mires hacia atrás, si no quieres que te haga nada, daré ese cigarro que tienes en los bolsillos! el señor sin saber la razón tomo la decisión de darle aquel cigarro sin voltear su cara y continuó con su camino, al siguiente día antes de ir a trabajar, recordando lo que sucedió tomó su cajetilla completa de cigarros que tenía guardada y se la llevó para el camino y que no le faltara ninguno, por si alguien volvería a molestarlo.

¡Una espeluznante voz!

Pasaron dos días y Juan en su camino de vuelta a casa escuchó de nuevo aquella espeluznante voz que le pedía de nuevo otro cigarrillo, el hombre hizo vista gorda y continuó con la travesía, justo en ese momento la voz de tornó mas grave y le gritó molesta ¡Te dije que me dieras un cigarrillo muchacho! al escuchar la tonalidad de aquella voz, Juan se quedó asombrado a mitad del bosque y comenzó a mirar entre las hojas de quien era aquella voz tan terrorífica.

Cuando miró a través de una pequeña rama, notó que al otro lado se encontraba un hombre con una gran barba y baja estatura, con un sombrero bastante largo y viejo y  en su mano izquierda llevaba un poderoso látigo. Al arribar a su casa, esta vez el hombre le contó lo que había pasado a su mamá, quien le aconsejó que, desde el día siguiente, no saliera de su casa sin llevar una cruz consigo, a fin de que ese amuleto lo protegiera. El sujeto se llevó la cajetilla de cigarros y el crucifico en su pantalón.

En esa ocasión, el duende no le pidió cigarrillos, sino que simplemente empezó a darle latigazos por la espalda. El dolor que Juan sentía producto de los azotes totalmente insoportable. Por eso, el se armó de valor y tomó la cruz con una de sus manos y se la enseñó al pequeño. En ese instante, desapareció en la oscuridad del bosque y nunca más se le volvió a ver. Como esta hay otras historias que comentan todos los encuentros que tuvieron los lugareños de la ciudad con el ¡duende de San Gerardo!

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La viuda del Tamarindo

No se conoce la fecha exacta del inicio de esta leyenda, sin embargo, fue extendida por el poco conocimiento de estos temas y por el misticismo que la historia atraía en sí. Se cree que el origen pudo estar en alguno de los oriundos de pueblos de Ecuador, posiblemente en Manabí. La leyenda de la viuda negra empieza una vez que los españoles llegan al lugar y prohíben la adoración a dioses paganos por parte de los indios. Entre estos dioses se encontraba una Umiña que vestía un traje negro.

Esta historia cuenta que la viuda negra, era la esposa de un soldado que ella mató, quedando así condenada a divagar por el recuerdo de su pareja por todos los días en las cercanías de una mata de Tamarindo. Esta aterradora historia es un relato del Ecuador que se remonta a los  principios años del colonialismo. Esta leyenda comenta la historia de un poderoso ente fantasmal que aparecía en los campos asustando a los hombres que les encantaba la bebida y conquistar muchas mujeres.

Esta Leyenda Ecuatoriana es bastante conocida en el mundo, mayormente a diferentes países, entre ellos Colombia y Venezuela  este relato es denominado con el nombre de ¡la sayona y La llorona! También se comenta que la chica aparecía en el pueblo ecuatoriano llamado el morro, frustrada y dolida por haber perdido su marido. Existen diferentes  variantes de la misma historia en tierras ecuatorianas, lo que provoca aún más el misterio que este espectro fantasmal provoca.

La confunden con otros relatos

Hay otras Leyendas ecuatorianas tal como la Dama Tapada o la Diosa Umiña. La Diosa Umiña, junto con aquellos dos fantasmas, son el mismo ser, tal así que se transforman en uno de los espectros más horribles del Ecuador. La Dama Tapada es una creencia popular que gira entorno a los años 1700 en la ciudad de Guayaquil. Esta historia comienza con una dama que aparecía alrededor de la medianoche a aquellos hombres empapados en alcohol, a quienes llevaba al cementerio local llamado Boca del Pozo, en la parte mas baja de la iglesia de Santo Domingo.

Leyendas del ecuador

La Mujer mujer usaba ropa elegante y un bello y elegante velo que cubría su cara, lo que impedía a los hombres ver su rostro. Ellos la seguían hipnotizados porque ésta desprendía una fragancia a violetas, sin saber a donde iban. Una vez en el cementerio, la mujer desvelaba su rostro provocando que algunos de los hombres murieran. Esta podría ser una variación del relato de la viuda del Tamarindo al desenvolver casi la misma vestimenta y el mismo objetivo que las otras damas.

Distintos escritores latinoamericanos la tomaron para exponerla gracias a los relatos de los habitantes del pueblo en sitios de investigación alrededor del mundo. La cultura popular de los países del sur resulta bastante atractivo para personalidades del mundo, especialmente aquellos que vienen de lugares de Europa y Norteamérica. La originalidad y simplicidad de cada historia mantiene aún las raíces históricas y nativas del continente americano, desde las épocas del colonialismo.

¡Un Perfume con olor a muerte!

Es por esto que la aterradora viuda del tamarindo es una historia bastante confusa, gracias a los distintos relatos de mujeres como entidades fantasmales que recorren las calles del Ecuador, siendo así esta ¡Una de ellas! Pero los pocos que la han visto, comentan que si después de la media noche llega a encontrar a un hombre ebrio y jugador, esta dama lo seduce en su totalidad hasta llevarlo al árbol de Tamarindo ahorcándolo y asechando con su espantosa cara hasta la muerte.

Fray Simplón y sus palomas

En el tiempo en que los conquistadores españoles llegaron a América, tenían la prioridad de construir una iglesia para congregar a los fieles y educarlos en la  fe Católica. En la espléndida ciudad de Guayaquil, uno de los puntos geográficos más importantes durante la colonia, se levantó el templo de San Francisco en el mismo sitio que está hoy, por los años 1700.

Los sacerdotes dominicanos habían llegado para ponerse al frente de dicho templo.  Relatan los habitantes de la Ciudad que esta Leyenda comenta la singular situación que vivió el párroco de la iglesia de San Francisco en Guayaquil. El fraile que protagoniza esta leyenda, era bondadoso y compasivo con todos incluyendo a los animales que veía indefensos. Su afición era alimentar y asistirá a las palomas, por este motivo, poseía un gran palomar, en el campanario de la iglesia y allí era donde pasaba su tiempo libre, dedicado al cuidado de esos animales.

Un día en el año 1.716 la gran ciudad de Guayaquil tuvo un fuerte temblor, el cual se sintió en toda la Audiencia local , este movimiento fue gracias a la erupción del volcán  llamado Cotopaxi. Como problema de este desastre natural, hubieron construcciones  afectadas y sus estructuras cayeron.  Bruno Sojo era el corregidor de Guayaquil, este tuvo que hecer un recorrido por la ciudad para ver los daños. Cuando llegó a la Iglesia vio que el campanario había quedado agrietado.

¡Una situación grave!

Estuvo a punto de caer el campanario de la Iglesia, a situación de la iglesia era grave, amenazaba con destruir el campanario y su estructura, Fray Simplón le comentó al corregidor, ¡Su excelencia, aquí no ha pasado nada! Note como se mantiene en pie el albergue de mis mascotas. La simpleza del fraile, era que no se fijaba en el peligro de una caída del campanario, hizo que el corregidor se disgustara de tal manera que impuso un plazo de tres semanas para que el fraile arregle el campanario, de lo contrario lo demolería.

Es así como el fraile decidió salir a solicitar dinero para devolverle la vida a el campanario, pero los locales estaban reconstruyendo sus hogares y poca atención le prestaron. Además, Fray Simplón,  estaba tranquilo y calmado, nadie imaginaba el deteriorado estado de la iglesia. Cuando se terminó la semana el señor, que había reunido solo tres monedas, se dio cuenta que era muy poco para reparar el daño. Así que, levantó los hombros y confiado dijo Dios proveerá, con este dinero voy a comprar comida para mis mascotas. Y eso fue lo que hizo afirmar la torre en el muy poco tiempo de plazo que tenía.

Un campanario reluciente

El día en que llego el señor Martin Bruno Sojo, notó que el campanario estaba reluciente, ya no tenía ninguna excusa para poder demolerlo. en el momento se inventó una historia para destruir al fraile, por el que sentía antipatía. Le contó, que esa noche tuvo un sueño en el que vio una legión de demonios, que llegaba para destruir el campanario sobre el fraile. A pesar de esta intimidación, Fray Simplón respondió: – Señor Corregidor no hay de qué preocuparse, por cada legión de demonios, hay un coro de ángeles.

Así pues, el Corregidor, más molesto por la respuesta del  sacerdote, tomó una malvada decisión.  Esa misma noche, envió a una cuadrilla de lacayos para que destruyeran el campanario. Fue la sorpresa de los trabajadores, cuando vieron que una bandada de palomas, en perfecto orden, llegó a la Iglesia y con sus picos recogían los escombros para colocarlos en su lugar. cuentan, fue una noche bastante oscura, las palomas cubrieron el cielo y no dejaron ver el brillo de la luna y  las estrellas.

¡Una burla en vano!

Por la mañana, el Corregidor fue a burlarse de Fray Simplón pero quedó desconcertado, al ver que en lugar de las ruinas, se levantaba una flamante torre, sin rastros de grietas. Por lo que preguntó totalmente  alterado  ¿Qué sucedió aquí? A lo que el buen Fray Simplón, contestó con su habitual calma: ¡Fue el coro de mis ángeles, señor! Mis ángeles, quienes me motivaron y ayudaron en todo momento, a mantenerme constante para levantar esta hermosa torre.

El niño de la mano negra

Esta leyenda ecuatoriana nos narra la historia de un niño de nombre Toribio, quien nació sin su mano derecha. De inmediato sus padres al darse cuenta de esto, le rezaron una novena a la Virgen del Soto, para que intercediera por ellos y les hiciera el milagro de que su pequeño recobrara dicha extremidad para que viviera una vida tranquila y pudiera jugar con normalidad como tanto soñaba por las noches.

Los años pasaron y el pequeño en vez de sentirse mal por su problema, era uno de los niños más queridos de la región, el que siempre estaba dispuesto a ayudar a los mendigos y a los desamparados que pasaran cerca de su domicilio. Un día llegó hasta su casa, una anciana acompañada de un niño pequeño, ella le pidió un plato de comida, pero el joven no solamente les entregó los alimentos que le había solicitado, sino que también les dio una bolsa llena de frutas para el camino.

Un valioso gesto

La anciana al percatarse de ese gesto de generosidad, le dijo que al día siguiente le regalaría un obsequio; por la mañana, los padres del joven despertaron asustados debido a los gritos de éste, o era una voz de de terror ni nada por el estilo, sino de alegría y felicidad. El pequeño bastante emocionado les mostró a sus padres  que ya tenía su mano derecha ¡Pero esta era de color negro! Agradecieron el milagro y el niño tuvo una infancia tranquila.

Por otro lado, se cuenta que cuando el joven se hizo adulto, enfrentó en más de una ocasión a los piratas que pasaron por Ecuador. Luego su cuerpo fue sepultado y años después exhumado, dado que aquellos terrenos en donde descansaban sus restos, serían usados para otro propósito, pues sin embargo, hay gente que aún afirma que, dentro del féretro, solamente había dos elementos: polvo de huesos y la mano negra en perfecto estado ¡Algo sorprendente!

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La Parroquia de Posor-Já y su Leyenda

Posorja tiene un significado ¡Espuma de mar! Este es el nombre de una misteriosa princesa que llegó de las aguas; según esta leyenda precolombina  muy conocida en la época de la colonia y a inicios de la vida republicana, una pequeña niña de rasgos blancos llegó a la costa de la isla Puná en una balsa muy liviana. la pequeña estaba envuelta en finas mantas de algodón en las que se podría ver extraños jeroglíficos que eran nadie para la tribu que habitaban en ese tiempo los Huancavilcas que habitaban esta península decidieron adoptarla.

La princesa que fue llamada Posorjá, era muy hermosa y fue tratada como una divinidad debido a que además de tener la piel blanca y un largo cabello rubio al crecer se convirtió en una extraordinaria vidente que predijo los trágicos sucesos que acabarían con el reinado del imperio Inca. La vidente recibía delegaciones que llegaban desde muy lejos para conocer su destino, eran tan exactos sus presagios que se cuenta que inclusive el Inca Huayna Cápac llegó hasta la princesa.

Una vista al futuro

Esto lo hizo para conocer que le deparaba el futuro y vio en los ojos de la joven vidente qué tendría un trágico fin, esta predicción se cumplió y por ese motivo también acudió hasta ella el Inca heredero Atahualpa, la princesa aseguro al Inca que llegarían unos hombres blancos que acabarían con su vida en la sierra del Ecuador. Después de que esta predicción se cumplió la princesa dijo a su tribu que esa era su predicción final y que ella volvería al mar.

Ante la mirada de toda la tribu se acercó al mar, tomó entre sus manos el caracol que estaba maravillosamente tallado y que llevaba a modo de colgante en su cuello; una ola gigante se la llevó y desapareció de la misma manera en que el mar la trajo hacia la isla. Esta historia es guardada como un tesoro por los habitantes de la parroquia que levantaron un monumento en honor a la querida Princesa que se encuentra en las calles Juan Colán y Gutierrez Chaguay.

La historia del Cura sin cabeza

Esta leyenda del Ecuador llamada el Cura sin cabeza es común en la mayor parte de América del Sur, por lo tanto existen muchas versiones. Cuenta de un fantasma vestido de sacerdote, que fue por la ciudad después de la medianoche para asustar a las pocas personas que se atrevieron a salir tarde en la noche. Su particularidad era que no tenía cabeza, aunque en algunas versiones tenía una, pero era un cráneo sin carne.

Se dice que en realidad era un sacerdote bon-vivant al que le encantaba hacer bromas en su rebaño ingenuo; para poder visitar a sus amantes sin ser reconocido, se vistió de tal manera que su cabeza estaba completamente cubierta y parecía como si no tuviera cabeza en absoluto. De esta manera, podía ir a ver a sus damas tanto como deseaba y nadie sospechaba que era él, asustado hasta la muerte como lo eran por el padre sin cabeza.

El Farol de la viuda

El pueblo manifiesta que el Farol de la Viuda era una mujer que pasadas las doce de la noche, seguía el curso del agua, buscando el alma de su tierna hija, a quien había matado y abandonado en una quebrada, por cuanto ella tuvo un nuevo amor y la presencia de su hija le servía de obstáculo para su nuevo cariño. La fémina viuda, realizaba una hazaña heroica, pues tenia que habérselas, muchas veces con riesgos donde podía hasta perder la vida o por lo menos su farol, que era su escudo o su protección, porque en más de una ocasión tuvo que habérselas con los canes de los llanos de Taita Chavaco

ya que sus muecas adquirían gestos jocosos, cuando a veces a la luz de la luna, la noche era alumbrada por sus amarillentos rayos, que dejaban ver el rostro de la heroína y viuda, su faz demacrada. Justo cuando ella apareció al tablado de sus andanzas era una época de transición, y entre la imaginación primitiva, esto es cuando la lógica no había empezado a trabajar, entró la era de investigar y aun, de crear leyendas propiamente dichas de carácter histórico y literario .

La viuda alegre, cuya compañía y hasta cierto punto custodia, era el farol que se adelantaba a ella, iluminándole el camino fragoso por el que transitaba, hasta entrar en su aposento, que decía que estaba ubicado en el barrio del Vado, tan proclive a las apariciones y fantasmas tétricos y donde había además junto a la Cruz, la Casa de los Ruidos, que luego de algunas averiguaciones se llegó a la conclusión de que aquellos ruidos eran producidos desde fuera, porque un conocido médico de la época, y muy emocionado de día, y por la noche, lanzaba unas cuantas piedras a la ventana que daba al aposento de su amada.

El perro encadenado

La leyenda de Cuenca llamada el Perro encadenado nos cuenta la forma en que se utilizaban las leyendas para mantener buenas conductas en las sociedades que empezaban a nacer. Al comienzo, cuando nacía la ciudad de Cuenca, las principales autoridades eran religiosas y a través de las enseñanzas bíblicas buscaban conseguir el buen comportamiento de los ciudadanos a través de versos religiosos que distribuían por la ciudad.

Cuando esto no funcionaba, tanto religiosos como padres, recurrían a leyendas tenebrosas, que era una manera de infundir temor en chicos y grandes. De esta manera, surgió la historia que vamos a relatar a continuación.Por las calles de los barrios de Cuenca, se podía escuchar pesadas cadenas que se arrastraban. Según contaban los que habían tenido la mala suerte de mirar a este monstruo, era el mismísimo diablo quien estaba al asecho de esas cadenas.

El monstruoso animal, era un enorme perro que tenía grandes cuernos y ojos de los que brotaban llamas. Según las beatas, que llegaban muy temprano a la iglesia, afirmaban que Dios había permitido que esta bestia saliera del infierno para que los habitantes mantengan un buen comportamiento.

Leyendas del ecuador

El penacho de Atahualpa

Dice la leyenda del Ecuador que una vez que murió el último de los Shyri, (así es como se nombraba a los Jefes indígenas que gobernaban a la Ciudad de Quito), los moradores elevaron al trono a la hija de éste, cuyo nombre era Pacha. Luego, el conquistador  llamado Huayna Cápac, acudió para reunirse con la soberana en son de paz. Pacha escuchó atentamente las palabras del extranjero acudiendo y escuchando de manera atenta.

Por su parte, el hombre quedó enamorado perdidamente de la joven princesa. Al poco tiempo ambos se casaron y comenzaron a vivir en el palacio real. En ese lugar fue donde nació el príncipe de nombre Atahualpa. Este hombre obedecía todas y cada una de las reglas que le imponía su padre, una bella tarde, el chico paseaba por las cercanías del palacio cuando de momento vio a un hermoso guacamayo de llamativos colores.

Inmediatamente sacó su arco y flecha y mató al ave de un certero tiro. Feliz por lo que había hecho, corrió enseñarle a su madre al guacamayo muerta. La reina se molestó mucho y le recordó que los únicos que nos está permitido matar es a los enemigos, pues ellos cuentan con armas para defenderse de nuestros ataques. Sin embargo, las aves sólo están en este mundo con el propósito de adornarlo con sus bellos plumajes y con sus alas resplandecientes.

Reflexión

Luego de decir esas palabras, Pacha tomó una de las plumas del ave tumbada y la agregó al penacho de su hijo, como un recordatorio de que no se debe matar a ninguna criatura sólo por placer, y que se debe cuidar plenamente la naturaleza, por que como bien dijo, las aves están en este mundo por una razón, que los humanos están para preservar y cuidar de ellas y la vida nos reconocerá la acción con bendiciones por lo que le dio una lección de vida al pequeño .

El Tsáchila que se convirtió en Sol

Esta es una historia del Ecuador, donde los Tsáchilas, son unos Indígenas del País, que se agruparon en la región Ecuatoriana de Santo Domingo de los Colorados; a su traducción en la lengua nativa se nombraban como la gente sana y verdadera. Además los habitantes de la región no los conocían por este nombre si no por como ¡los colorados, esto lo decían por que tenían una peculiar costumbre, la cual era teñir su cabello con Achiote para que se tornara de un color rojizo.

Pasó mucho tiempo hasta que llegaron a la región la cual hoy en día se denomina como Quito, los poderosos Incas, rápidos y precisos se dedicaron a conquistar toda la zona, antes de terminar, allí se encontraba nativa de la zona otra tribu que se llamaba Kitu-Kara, que al percatarse de lo que estaba sucediendo tomaron la astuta decisión de mudarse a otra región mas lejana y que no querían terminar siendo esclavos de los nuevos habitantes que estaban colonizando su territorio.

Justo en el momento que estaban en dirección a otro territorio, se encontraron con la sorpresa de un nuevo lugar totalmente habitable, en el cual se establecieron y comenzaron a cultivar raíces. En este hermoso lugar para los nuevos colonizadores surgió la popular leyenda el Tsachila que se convirtió en sol, esta historia habla que cuando los viajeros solían comunicarse con los pájaros, estos le comentaban que había en las alturas un felino que le gustaba emerger cuando la zona estaba en oscuridad.

Un felino se comió el Sol

En el lugar  se cuenta que en bajo una noche oscura  la cual el felino tenía un apetito voraz, sus fauces abrió y con tan solo un solo bocado se comió completamente el sol, dejando a la grande Tierra en total oscuridad y penumbras. Los nativos ya no estaban en condición de  soportar ese caos, por que al vivir en  una total oscuridad en el lugar, no tenían alimento suficiente para  comer. Analizaron rápidamente lo que estaba sucediendo, los brujos de la gente llegaron a la conclusión que había única forma de poder salvarse y esta era era creando su propio sol y así alumbrar las tierras de la  tribu.

Los nativos eligieron a un joven y ágil muchacho, hijo de una madre local. Realizaron un ritual donde el rostro del muchacho empezó a brillar, su cuerpo comenzó a elevarse al cielo. la gente del pueblo estaban tan entusiasmados que se dirigieron esa tarde a sus hogares, con una luz de esperanza para que a la mañana siguiente alumbrara un bello y espléndido sol. A pesar de eso, el cielo continuó oscuro por tres días más. Al llegar el cuarto, por fin salió de nuevo el sol. Sólo que ahora había otro problema, la luz que emanaba de este era tan potente que cegaba a todo aquel que salía de sus casas por completo.

Pasó fue lo siguiente, los poderosos sabios de la tribu se dieron cuenta que el joven prodigio astro y rey del lugar, tenía sus dos ojos abiertos invocando el sol y debía tener solo uno abierto ya que si no era así, como consecuencia aquella persona que viera o saliera a tomar los rayos del sol, se cegaría por completo y la única forma de evitar eso era ingresando a sus casas, o buscando algún lugar donde la sombra ocultaba aquella desesperante luminosidad.

¿Qué hicieron para evitar la fuerte luz?

Justo a varias horas de que el sol saliera eternamente, la tribu todo la decisión de convocar la presencia del veterano mayor para que hiciera acto de lo ocurrido. Este anciano tomo con sus dos manos una gran roca y se la lanzó al joven prodigio y rey del sol en uno de sus ojos para que así lo mantuviera cerrado y todo regresara a la normalidad; el ojo de aquel joven se cerró permanentemente y la tribu vivió el resto de su permanencia en la localidad con total y absoluta tranquilidad.

El último ensueño de Manuelita

la última de las leyendas del Ecuador cortas, en una casa que fue adquirida por la heroína de la Ciudad de Quito durante sus momentos en el Perú en el  Perú, este espacio constituyó el lugar donde vivió hasta el fin de sus días junto a sus esclavas negras, a quienes liberó. Actualmente, existe una placa frontal que dice ¡En esta casa vivió y murió Manuelita Sáez! la muerte de la heroína, la cual nació en Quito en el año de 1797 y murió en el puerto peruano de Paita, el día 23 de noviembre de 1856.

La señora de Oleas relata que Manuelita Sáenz se encontraba agonizando. Llena de fiebre, sus enormes ojos negros vieron un lucero errado; a enferma imaginó que era el alma de Bolívar diciéndole a la mujer que tomara una corona de rosas, es la misma que tú me arrojaste desde un balcón aquella mañana de mí triunfal entrada a Quito, le comentó Simón Bolivar en lo que ¡Bolívar! ¡Bolívar! exclamó la moribunda, extendiéndole los brazos y preguntando si realmente estaba hermosa con el vestido.

Respondió el alma de Bolívar Tú fuiste la dueña de mi vida, mi hermosa libertadora. Tú me salvaste de la muerte, en la noche se Septiembre, por favor dame tus manos y vayámonos juntos a la cumbre de la inmortalidad, en este momento la mujer quiso levantarse, mas no pudo y por esto gritaba angustiada ¡No te vayas! ¡No te separes de mí! Amada mía contestó el eco lejano de Bolívar, cierra por favor bien tus ojos y sígueme tú coronada de rosas y espinas, que yo de laureles y cardos me mantengo.

Una muerte lenta

La mujer trató de correr en vano hacia la sombra de su amado, pero se encontraba paralítica y agonizante; en medio del amargo llanto, volvió a escuchar ¡Mi Hermosa! en vida estuvimos atados por el amor, y en la Muerte nos unirá la Gloria, por favor ¡No te vayas! ¡No te vayas, por Dios te lo suplico ¡Vuelve a mis brazos, amor mío! clamaba la enferma. Esta poderosa súplica fue oída por la sirvienta negra, Quien, suponiendo que la llamaba, se acercó a su ayuda.

No es a ti Imaya,  era Bolívar que estaba por aquí le respondió la Mujer muy molesta a su esclava, por lo que esta contestó, ¡Mi niña!, en ningún momento he visto a nuestro soldado salir de la casa, por favor recuéstate que la fiebre te va a desmayar; justo en este momento la muerte de la libertadora se fue acercando rápidamente por lo que era el espíritu de Simón Bolívar quien la acompañó en su largo trecho para estar de nuevo juntos en el mas allá, amándose por la Eternidad en 1856.

Leyendas del ecuador

 

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