Origen y significado del dios de la muerte maya

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Entre el mundo subterráneo de los mayas, residenciaban varias de las deidades vinculadas con la muerte, la fecundidad y la germinación, pero el dios principal de este reino oscuro era Ah Puch (El Descarnado), Kisin (El Flatulento), Yum Kimil (Señor de la Muerte) o Kimi. Gracias a este post podrás conocer de primera mano y de manera sencilla y fácil todo sobre el dios de la muerte maya y más, no dejes de leerlo.

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¿Quién es el dios de la muerte maya?

Inicialmente debemos saber las definiciones en cuanto a términos, ya que si bien es cierto los dioses de la muerte maya tienen su forma e idioma de ver las cosas, por lo que han sido conocidos por varios nombres, pero son dos tipos básicos de dioses de la muerte que son representados respectivamente por las deidades yucatecas del siglo XVI Hunhau y Uacmitun Ahau mencionados por el obispo español Landa.

El en  Xibalbá, Ah Cimih es conocido también como Ktzin, que significa el apestoso, y Yum-Kimil, Hun Ahau, en la mitología maya es el dios y rey del inframundo, con características de un esqueleto o cadáver con un rostro de jaguar o búho adornado con campanas, es esposo de la diosa Ixtab o Xtabay.

El dios de la muerte maya Ah Puch, aparece 88 veces en los tres manuscritos mayas, se muestra con una cabeza de calavera, pone al descubierto las costillas desnudas y proyecciones de la columna vertebral, en algunas partes del cuerpo lo tiene cubierto de carne, y esta hinchada con círculos negros que están en descomposición.

Su vestimenta osaba de accesorios de forma de cascabeles de todos los tamaños, que aprecian  amarrados a sus cabellos, y otros los usaba como faja ceñidos a los antebrazos y piernas, hechos de cobre y algunas veces de oro, lo que pudo evidenciarse en el Chichén Itzá, que era el lugar donde se practicaban los sacrificios humanos y  arrojaban a las víctimas, llamado el pozo de los sacrificios como el dragado.  El Chichén Itzá era un lugar donde se le rendía culto al dios del Sol , era dedicado al culto religioso y astronómico, en este lugar se realizaban los sacrificios.

El dios de la muerte maya Ah Puch, es una deidad de primera clase, como lo es la frecuencia de sus representaciones en los códigos y dibujos ancestrales, es el jefe de los demonios, Hunhau gobernaba sobre el más bajo de los nueve mundos subterráneos de los mayas, y que todavía hoy creen los mayas modernos que bajo la figura de Yum Cimil, el señor de la muerte, merodea al rededor de las habitaciones de los enfermos en acecho de su presa.

En el caso del Ah Puch, es una deidad malévola, sus  características están  mayormente asociadas con el dios de la guerra y de los sacrificios humanos, y sus inseparables compañeros son el perro, el ave moán y la lechuza, considerados como criaturas de mal agüero y de muerte, solo en algunas ocasiones se le menciona como señor del noveno infierno o el Destructor de mundos.

Entre los lacandones Kisin es el nombre del dios de la muerte, así también como en los antiguos choles coloniales, siendo kis una raíz con significados como "flatulencia" y "hedor". Por otro lado  los landa usan otro nombre y llaman al señor del inframundo "príncipe de los diablos" Hunhau, un nombre que, recurrente en los antiguos diccionarios yucatecas como Humhau y Cumhau, no debe confundirse con Hun-Ahau; hau o haw significa "terminar" y yacer sobre su espalda  o boca arriba.

Asi también ocurre con otros nombres los que incluyen Yum Kimil, "señor de la muerte" en Yucatán, y Ah Pukuh en Chiapas. El nombre Hun Ahau que significa Uno Señor, increiblemente aparece en varias oportunidades  en el ritual de los bacab, sin embargo, nunca se especifica como un dios de la muerte.

Mientras que Ah Puch, es mencionado con frecuencia en libros sobre los mayas, pero no aparece como un auténtico nombre maya para el dios de la muerte, esto se puede observar en la introducción del libro de Chilam Balam de Chumayel, en el cual se menciona un Ah Puch pasando como gobernante del norte, y uno de los asistentes xibalba en el Popol Vuh es llamado Ahal Puh.

El dios de la muerte maya,  fue conocido gracias a Paul Schellhas , Ah Puch o Ah P'uuch, Hun Ahau  y, con menor frecuencia, como Kisín, Yum Tsek o Yum Cimil es en la mitología maya, una divinidad importante, pertenece al señor del Mitnal, noveno estrato del inframundo, esto según el historiador Canto López, en el año 1990, lo cual explica claramente que se encontraron en cuevas dibujos de esta deidad, vinculada en la gran mayoría a la oscuridad y a los desastres, y que ese era el lugar donde llegaban los espíritus de casi todos los hombres que morían.

A este dios particularmente se le  dibuja con dos huesos de los lados, las piernas flexionadas de perfil, (aunque en algunas representaciones se encuentra de pie)  la mandíbula descendida, cascabeles en forma de golilla, su apariencia de cadáver putrefacto, lo que en su unión describe los símbolos perfectos de la muerte.

Para otros historiadores y autores como Bingham, en el año 2010, Ah Puch se determina por presentar la piel caída y la cabeza esqueletizada, a la vez que parece sostener un cráneo; asimismo, lleva un collar de cascabeles y, trenzadas en sus cabellos, unas cuencas oculares.  El animal con el que se le relaciona es el búho y, está representado de la misma manera estilizada, aunque también podemos visualizarlo acompañado de un perro; ambos animales están asociados a su vez con premoniciones, malos augurios, enfermedades y muerte.

El nexo entre la muerte y los animales, están conectados en el hecho de que el perro es considerado guía, protector y animal sensible ante la muerte, aunado a ello, en los ritos interviene para atraer a los muertos a su renacimiento, el búho es un ave de costumbres nocturnas, que le gusta la oscuridad y se cruza entre diferentes espacios desde el Xibalbá, transportando toda la energía negativa y nefasta del inframundo hasta los cielos, ennegreciéndolos con las nubes cargadas de lluvia.

La religión maya relacionaba todo con la cosmogonía, de hecho que los colores del punto cardinal estaba dado por los nidos de cualquier animal que existían a los extremos de la tierra, lo que quiere decir es que todos los colores venían dados por la existencia de los animales.

De esta misma manera, los elementos y las áreas cósmicas fueron simbolizadas por animales que remitían a alguna relación con ellos, como por ejemplo que el interior de la tierra con el perro, el murciélago, las aves rapaces y nocturnas, debido a esta visualización y definición del entorno natural, los  fenómenos postmortales representados con exactitud en Ah Puch, están relacionados con la desintegración del cuerpo humano,  y a su vez hacen la vinculación con animales carroñeros o con otros que pudieran guiar al muerto en su paso por el inframundo.

En el Popol Vuh, deja por sentado y demostrado que en los dibujos se observan a este patrón del número 10, al danzar un baile desenfrenado en el cual resalta la prominencia de su vientre o barriga, mientras que en los otros, parece asistir a rituales diversos, fumar o extasiarse, quizás a su vez tratando de demostrar que la muerte no es el fin, sino la etapa anterior  a la resurrección o renacimiento, lo que quiere decir en pocas palabras: hay que morir y atravesar el inframundo para resucitar.

Ah Puch está específicamente representado con características tales que derivan de la putrefacción y la descomposición final , tales como la vista de los huesos de las costillas y las vertebras de la columna salientes, maxilar y cráneo parcialmente desdentados, se encuentra cubierto de poca piel hinchada, con círculos oscuros, lo que se observa que esta a punto de explotar.

Es de suma importancia recordar que para las diversas representaciones de Ah Puch, la relación entre los colores amarillo y negro que los mayas asociaban simbólicamente a cada punto cardinal, que según lo describe Miguel Rivera Dorado basándose en la hipótesis de historiador  Victor W. Turner, esta relacionado al occidente el negro,  es el color de los excrementos, indica disolución del cuerpo, muerte, transición de un estado social a otro, y esto está contemplado como muerte mística, según los mayas y, aunado a ello es también el color de las nubes cargadas de lluvia, implica oscuridad, sueño, anomia, marginalidad y desorden.

Como también  el color  amarillo determinado al sur, es un color adecuado para el lugar donde habitan los muertos, porque ése es el aspecto pálido que presentan los cadáveres, como signos cadavéricos se presentan en una coloración negruzca, debidos en parte a la oxidación de los elementos del tejido sanguíneo; signos que son representados en la iconografía del dios maya de la muerte.

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Ah Puch es por lo general identificado en los códigos mayas por la coloración amarillenta de su piel, la cual es característica fundamental de los cadáveres que inician el proceso de descomposición en la fase cromática, por consiguiente otra interpretación serian acerca de los colores que identifican al dios de la muerte maya, existiendo  a partir de que los cuerpos pintados eran práctica común entre todo los habitantes maya, tanto muerto como vivos, con objeto de darles una apariencia de vida y simbolismo natural.

Logrando las  afirmaciones que se trata de un cuerpo que sufre de apergaminamiento, que se encuentra en plena descomposición, con el firme objetivo de aparentar que aún estaban vivos les colocaban ciertos colorantes sobre los muertos; lo que quiere decir que estos dioses no estaban vistos como algo destinado a corromperse o a desaparecer, sino a pertenecer de cierta manera, a algo que merecía ser perpetuado y recordado, dándonos cuenta que esta mitología maya infiere el carácter cíclico de la vida y de la muerte.

En el Popol Vuh, se puede encontrar los simbolismos más importantes que se refiere a las enfermedades y a la muerte, y así en el Xibalba,  es un  lugar de sufrimiento y dolor por sus ríos de sangre, cabe destacar que la sangre y el pus aludían a las enfermedades y a las hemorragias provocadas por los señores de la muerte que allí residían, esta sangre hecha rio es la que contiene  gérmenes de muerte y de destrucción, lo que para los mayas era la travesía  a través de la sangre, implicaba la superación del umbral entre la vida y la muerte.

Los mayas, como veladores de las reglas garantes a los que eran de los fenómenos naturales que les rodeaban, se regían por los eventos que en cierta manera eran importantes para ellos ante el dios de la muerte maya, realizaban evocaciones a la muerte, tales como;  sacrificios, guerras, catástrofes, suicidios, homicidios, esto influyó notablemente en la representación de esta y otras deidades relacionadas con la destrucción.

Como la sangre y el pus y son dos elementos líquidos que tienden a asociarse con la descomposición cadavérica en sus diferentes etapas, y los dos líquidos se pueden evidenciar como característica fundamental en el Ah Puch, y esta a su vez están relacionadas con la vida misma y, en el caso de la pus, con los procesos infecciosos que un ser vivo puede padecer, vendrían siendo las energías de vida y de muerte a pequeña escala, como los dioses que producen enfermedades y muerte.

En tal sentido, viéndolo desde el punto de vista del Popol Vuh,  la muerte es parte de un ciclo regenerador, dador también de vida, pues  los huesos molidos echados a la tierra,  se reproducen simbólicamente las semillas que regresan  para una nueva generación, estas osamentas son el meollo del cuerpo humano, que vuelve a crecer desde  el más allá para crear nueva vida.

Podríamos  interpretar lo antes dicho desde el punto de vista de las ciencias biológicas forenses, una vez que la persona ha fallecido se comienza una serie de cambios físicos que finalmente culminaran en la reducción esquelética y pulverización al cabo de algunos años, debido a la acción de diversos microorganismos e insectos, entre otros factores.

Es impresionante que luego aun muertos logremos generar vida para otros organismos, y es mas interesante aún que también la iconografía de Ah Puch exponga, con colores y hasta con cierta exactitud anatómica, esta etapa de ciclo entre la dualidad vida-muerte, demostrando que para los mayas la concepción, el nacimiento y la subsistencia dependen de la muerte misma.

Los individuos fallecidos según los mayas pasaban por un proceso involutivo, donde específicamente la muerte estaba concebida como el proceso de continuidad de la vida, y que las personas solo morían físicamente, su materia orgánica era lo que moría, y esto lo llevaba a renovarse y a obtener nuevas etapas de la muerte lo que también pertenecientes a la vida.

Generalmente se concibe una secuencia transformadora en los organismos después de la muerte, como lo son:

  • Putrefacción
  • Descomposición
  • Desarticulación
  • Esqueletización y por último
  • Desintegración, o momificación
  • Fosilización

Esta secuencia fue probablemente, la que observaron  los mayas antiguos, deduciendo de ahí los diferentes tratamientos que le daban a los cadáveres, los cuales incluso, las culturas mesoamericanas, se elaboraban los procesos de inhumación, cremación o exposición, estos fueron  realmente los laboratorios adecuados para registrar cada fase de la descomposición cadavérica y fueron dados en lugares y  ambientes distintos, para luego reproducirlas, para esta ocasión, en las manifestaciones artísticas del dios de la muerte maya, hasta el punto de identificarlas con cierta exactitud.

Vida y muerte para los mayas

Para los maya la vida y muerte, son producidas por fuerzas sagradas que radican en el cielo y el inframundo reglamentariamente, lo que quiere decir es que en el cielo transita el Sol, dios supremo y universal, generando el calor, la luz, sus ciclos anual y diarios, dando origen a la temporalidad; del cielo viene la lluvia que fecunda la tierra para producir la vida vegetal conjuntamente con ella, la de todos los demás seres.

El inframundo, el infierno o purgatorio, es diferente, pertenece a la región de la oscuridad y la muerte a él descienden los espíritus cuando el cuerpo perece y se transforma en energía de muerte, así como también de él provienen asimismo las fuerzas que producen las enfermedades y el mal en general.

Por otro lado en la Tierra, situada entre el cielo y el inframundo, es el sitio donde se da la lucha, el debate y la contienda de la vida y la muerte, donde se reproducen de la armonía de los contrarios, en la Tierra es zona del hombre, el centro del universo, donde los opuestos se resuelven en uno y, la define como proyecto de vida para todos los seres.

A pesar de que tanto el cielo como el inframundo contienen en sí mismos las fuerzas contrarias, en el cielo nocturno es fuente de energías maléficas, mientras el calor del sol en exceso genera la sequía y la muerte, y por otro lado la lluvia transformada en tormenta, huracán y afines es la causa de destrucción.

Mientras que en el inframundo se guardan tesoros minerales, se originan los manantiales y se localizan las semillas que darán nueva vida, así entonces el mal y bien, la muerte y la vida, los dos son energías divinas en constante movimiento e interacción, a esto es que se debe que en el pensamiento maya existan los diversos símbolos de la sacralidad de la muerte, así como también que exista las deidades y seres sobrenaturales que gobiernan, provocan y anuncian la muerte.

Los dioses de la muerte maya, se caracterizan como seres antropomorfos, lo que responde a la inquietud original de los habitantes mayas, para ellos es de gran relevancia como simplificarla por medio de los rituales y sacrificios, de esto se pueden originarse las grandes creencias sobre la muerte de todos los seres vivos, sumado a ello a los seres que nombramos como inanimados para ellos poseían también un espíritu vital.

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Para los ciudadanos mayas lo más temido era la muerte, estaba considerada como un castigo, hasta el punto de pensar que pudiera haber sido enviada por otro ser humano, por lo cual debían hacer lo más agradable posible para el fallecido y a su vez para que los dioses hicieran su camino más fácil, el pueblo maya eran absolutamente vitalista, creían en que la vida humana tenía un  sentido, en el como se vive diariamente, en cómo se desarrollaba el ser humano en su permanencia en la tierra, todo para ello era un símbolo de vida y como ello era lo que marcaba su muerte.

A pesar de lo cual los mayas creían en la inmortalidad del espíritu, creían en que existía otra vida después de la muerte del cuerpo, y en ella seguirían sirviendo a los dioses en diversos sitios, donde ellos mismo lo indicarán, según determinado por la forma de morir que le tocaba a cada persona; si le toca en el cielo, es para quienes eran sacrificados, en el paraíso de la ceiba era para los ahogados o los que morían por alguna causa relacionada con el agua, y a quien le toca el xibalbá, (inframundo, infierno o purgatorio), que es lugar de los desvanecidos es para los restantes.

El cielo y el paraíso de la ceiba, eran los sitios de energías de vida, y el xibalbá era exactamente el lugar de la energía de muerte, se encontraba situado en el nivel más bajo del inframundo,en el noveno lugar, donde los espíritus de los muertos llegaban a él descendiendo por un camino lleno de peligros, y pruebas de alto nivel. Esta región infraterrestre se encuentra descrita en el Popol Vuh, describe el descenso de los semidioses Hunahpú e Ixbalanqué, quienes después de su muerte y resurrección, en el paso por este sitio se convirtieron en el Sol y la Luna.

En cuanto a los castigos que tenían los dioses de Xibalbá, la primera era la Casa Oscura, la segunda fue la casa de las navajas, eran navajas bastante afiladas que sonaban entre sí, la tercera fue la casa del frío el cual era un lugar donde había nieve, hielo extremo, la cuarta era la casa de los gran tigres hambrientos, la quinta fue la casa del fuego donde sólo había fuego, la sexta y la última fue la casa de los murciélagos.

Para la mitología tiene hechos realmente significativos, tales como  que tenían apariencia de hombres-peces con el fin de que los héroes de todo el relato eran hijos de las aguas, en la imagen del zopilote abriendo sus alas para oscurecer el cielo y ocultar la secreta fabricación de la cabeza artificial de Hunanpú, es solo un mito, de hecho por eso pertenece a la mitología.

El Popol Vuh, escrito por el sacerdote  Ximenez,  es lo  suficientemente objetivo, ya que debido a que presenta diferentes hechos importantes, en los cuales el autor expresa la mala postura de los Xibalbá y también a los que hicieron el bien, en ambos casos no fueron criticados por el autor por lo que es objetiva, expresando lo ocurrido y manteniéndose al margen y no defender a ninguno, aun así hubieran sido semidioses y su descendencia familiar.

Los cenotes son las aberturas de la tierra que contienen profundas aguas cristalinas, de increíble belleza, de hecho aun se mantienen intocables y fueron declarados patrimonio natural de México en el mundo, sin embargo los habitantes mayas sostenían la creencia que este era la puerta al lugar oscuro e infernal, y por ello pasar a la muerte no debía ser tan macabro.

En la actualidad estos sitios para los mayas son  evidentemente sagrados, el acceso a un lugar lleno de misteriosos dioses, y siendo los que habitan los señores de xibalbá, entre otras criaturas aterradoras, en la actualidad los cenotes continúan emitiendo el aura mística que los convierte en sitios de visita obligatoria, cuando se va de turista, para así conocer el pasado de México y las maravillas de la naturaleza que encantaron a los antiguos habitantes de aquella es emblemática zona.

El inframundo estaba organizado por los señores de xibalbá, tomando en cuenta las jerarquías, lo que enmarca un grupo civilizado que residía en las entrañas de la tierra, donde sus principales habitantes mantenían características específicas como figuras cadavéricas, negruzcas, oscuras, era lo contrario al mundo de los vivos, y estaban estructurados de la siguiente forma:

  • Hun-Camé  = uno muerte y Vucum-Camé = siete muerte, estos eran los dioses principales del Xibalbá,
  • Ah Puch, también llamado Kisin o Yum Kimil, era el señor dios de la muerte maya, y sin duda alguna era la figura principal, y los ciudadano mayas les rendían culto especiales haciendole sacrificios humanos en su honor.

Increíblemente los mayas tenían la fiel creencia que todo hombre y mujer que falleciera debería viajaba al Xibalbá, de hecho que en todos sus ritos funerarios se le daban agua y alimentos al muerto,  para que  de este modo  no le faltaran provisiones a su alma, cuando emprendiera su inminente  e inevitable viaje hacia el terrible inframundo.

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Mitología

La mitología maya es rica en deidades de todo tipo, ya que esto constituye la base fundamental de su cultura, habiendo dentro de esos dioses el que mas resalta es Ah Puch o Kisin, pero mayormente es conocido como Yum Kimil, su relevancia esta implicada por ser la dios de la muerte maya, el es el gobernante de los inframundos o infiernos, como único responsable de la muerte de los ciudadanos mayas, ya que el mismo dios los arrastraba hasta el xibalbá para ser asesinados definitivamente en cuerpo y alma.

Entre los más poderosos e importantes dioses de la mitología maya, este dios de la muerte maya se encuentra en el cuarto lugar.  En narraciones actuales de la tradición oral del pueblo Lancandón, para ellos existe un solo un dios de la muerte, y es el que actúa como la contraparte del Dios Superior en la creación del mundo y del cuerpo y alma humanas.

Este dios de la muerte habita en el infierno, el purgatorio o  inframundo, que obviamente es el mundo de los muertos. Como gobernante del mundo de los muertos llamado Metnal o Xibalba, el principal dios de la muerte se corresponde con la deidad azteca Mictlantecuhtli.

El escrito Popol Vuh tiene dos dioses principales que se encuentran entre los numerosos teriántropos y espectros, pero ciertamente son solo uno, de los cuales se llaman muerte, con la diferencia de que  uno se llama uno muerte,  y el otro se llama siete muerte., los cuales fueron derrotados por los héroes gemelos mayas, quienes descendieron al lugar de terror -  Xibalba, donde una pareja de dioses de la muerte, Hun-Came (uno-muerte) y Vucub-Came (siete-muerte),  gobernaban sobre una serie de deidades que traen enfermedades, y desasosiego, estos gemelos logran  derrota a los dioses de la muerte, e imponen restricciones sobre su culto, para que en adelante las cosas cambien para su pueblo.

Existen dos versiones de las cuales te daremos las características especificas de ambas mitologías.

Mitología Yucateca

Esta versión corresponde  a la versión de Francisco Hernández, en el año  1545, que según esta fuente que es una de las más antiguas sobre la religión maya Ah Puch maltrató y mató al Bacab, que eran los dioses encargados de sostener el firmamento en pilares, como el sol, cielo, vientos y lluvia, y  fueron resucitado tres días después, sin tener que pasar por las duras pruebas del inframundo para volver a  renacer.

Mitología Lacandón

Existen leyendas que enmarcan al dios de la muerte maya y dentro de ella algunas funciones,  por lo cual tenemos que:

  • Logró el descenso del ancestro Nuxi al inframundo para cortejar a la hija de Ah Puch.
  • Fue creado el inframundo por el dios superior, involucrando en la muerte de este a manos de Ah Puch, su resurrección y el confinamiento de este dios de la muerte maya en el inframundo y este furioso,  patea ocasionalmente los pilares de la tierra provocando terremotos.
  • Se intentó crear seres humanos al imitar al dios superior, lo que ocasionó la creación de animales "totémicos" de ciertos grupos familiares y con descendencia de poderes místicos.
  •  La definición del destino de las almas en el inframundo donde este dios decide que hacer con almas, como por ejemplo:
    1. Quema las almas de los malhechores.
    2. Las transforma en sus animales domésticos.
    3. Caza a los monos araña, dobles de los hombres destinados a morir.

Ritual

Primordialmente el gran temor de los habitantes, eran que este dios de la muerte maya, se destacan a predecir que los años que venían eran de gran mortalidad, y para salvarse de ello los hombres deberían caminar sobre lechos de ascuas, lo que representaba los fuegos infernales del inframundo. Fueron muchos los sacrificios y rituales que debieron hacer y solo con el fin de mantener a Ah Puch tranquilo.

Se cuenta que por las noches, este dios recorre las casas donde se encuentran los enfermos, y va alimentándose de ellos hasta que alcanzan la muerte, para luego conducirlos al inframundo de su propia mano, de la misma manera se afirmaba que los enfermos no fallecían por la enfermedad, sino porque Ah Puch se alimentaba de su energía, hasta que lo asesinaba dejándolos secos y cadavéricos.

Para los mayas, los huesos simbolizan firmeza, fuerza y origen,  por ello, y los antiguos mayas realizaron diversos rituales en torno a la muerte, para agasajar a los dioses de la muerte, entre uno de estos rituales, que en la actualidad se realiza en algunas poblaciones, como Pomuch, en Campeche, es exhumar el cadáver , y luego limpiaban los huesos de sus antepasados y colocarles polvo de cinabrio.

El cinabrio es un mineral hallado en la tierra que los habitantes mayas utilizan como colorante rojo, este polvo representa el renacimiento, ya que se le relaciona con el este que es el lugar por donde nace el sol, y lo que para ellos   representa la vida en el más allá, o sea, la inmortalidad como ritual.

Para que el dios de la muerte maya Ah Puch  tuviera compasión y se compadeciera de las almas, le rendían cultos especiales para rogarles que no se los llevara, algunos de esos rituales eran los sacrificios humanos y de animales, invocados con cantos y bailes específicos, cada dios tenia un ritual diferente pero todos eran alusivos a mantener a los dioses contentos y alejados de ellos por mayor tiempo posible.

Su mejor sacrificio eran los de mutilarse miembros viriles (auto pene) y sobre todo en rituales de año nuevo, para que les diera la mayor armonía, y para esto se mostraba como un ser grotesco y diminuto ejecutando una danza salvaje con su barriga, aparecía bailando, para sus enfermos le inmolaban gallinas y otras ofrendas a cambio de la salud de los enfermos.

Existían sacrificios más crueles que eran los martirios hacia ellos mismos, como perforaciones de la lengua, lóbulos de las orejas y en los casos más extremos pero lo más especiales para los dioses que consistían el desangramiento de órganos sexuales varoniles, la sangre que caía era quemada conjuntamente con un papel, resina vegetal, hule y todos los instrumentos que eran utilizados, por otro lado en muchos de los casos se honraba a los antepasados conservando los cráneos y colocándole algunos alimentos especiales que posiblemente necesitarían en el inframundo.

Hay que saber que estos sacrificios humanos eran una práctica común en los pueblos mayas, debido a que su libro sagrado, el Popol Vuh, ya que este relata que todos los dioses crearon el mundo como si fuera una habitación para el hombre, pero la misión única del hombre era venerar y alimentar a los dioses, sin embargo del mismo modo en que los hombres comen alimentos materiales, los dioses debían alimentarse de la sangre y el corazón de los sacrificados.

Funciones en el calendario y astronómicos

Según un texto del antiguo cancionero colonial de Dzitbalche afirmaba ciertas predicciones, tales como:

  • El inframundo se abrirá y Ah Puch se liberará durante los últimos 20 días del año
  • En el periodo clásico, la cabeza del dios de la muerte maya  serviría como el jeroglífico para el día de la muerte.
  • Registro por medio del número cabalístico 10 de una a seis lunaciones completas, probablemente para la predicción de eclipses lunares.
  • Ah Puch podría mostrarse con el atributo de una luna creciente que parece marcarlo como una deidad patrona lunar.

El singular dios de la muerte maya bajo la mirada de las ciencias biológicas forenses

Todas y cada una de las deidades maravillosas mayas, poseen infinidades de representaciones y simbolismo, estas raras veces son atendidas por especialistas, con conocimientos específicos, para desarrollar este punto debemos saber que en la ciencias biológicas forenses existen especialistas en medicina odontología, antropología, físicos entomólogos, entre otros, los cuales son los encargados de descubrir la muerte como parte de la vida, estos especialistas podrían exponer lo relacionado de Ah Puch como un proceso del cual todos los seres debemos pasar al fallecer.

Ahora bien, para comenzar debemos realizarnos algunas incógnitas que nos enmarcaran este punto, como por ejemplo; ¿se puede explicar, el porqué de la representación tan característica del dios de la muerte maya, Ah Puch? al relacionar sus diversos nombres,  el descarnado, el putrefacto, hasta el amo de la muerte, desde el punto de vista ciencias biológicas forenses en relación con los procesos por los que pasará todo cadáver al descomponerse.

Si hacemos un alto para ponernos a pensar en la muerte, lo primero que se nos ocurriría es la imagen de un esqueleto, pero, para llegar a ser esqueleto, todo cadáver debe pasar antes por algunas etapas o fases hasta quedar reducido a huesos, gracias a una diversidad de agentes, es importante señalar que solo mediante observación directa la mayoría de las veces, lo que en medicina forense se denomina cronotanatodiagnóstico  o tanatocronodiagnóstico , esto es lo que determinaría la estimación del tiempo aproximado en que se produjo el fallecimiento de un individuo.

Para considerar una persona muerta o fallecida cuando se extinguen las funciones vitales correspondientes a la actividad de los sistemas nervioso, como lo son cardiovascular y respiratorio, se evidencia la presencia de inmovilidad, flacidez, inconsciencia, ausencia de frecuencias cardíaca y respiratoria y no se presenta reacción ante estímulos del medio,   tras lo cual se inicia una serie de fenómenos destructores del cadáver.

Como corresponde a la diversidad de criterios al clasificar dichos fenómenos, debemos diferenciar en tres tipos: físicos, químicos y microbianos o biológicos, según los cambios que sufre un cuerpo de manera pasiva ante las influencias ambientales, por ellos detallamos lo siguiente:

Fenómenos cadavéricos físicos

Este primer acontecimiento tiene ciertas características al mismo momento de la muerte del ser,  como el enfriamiento del cuerpo, al dejar de producir calor, y esta a su vez provoca una deshidratación del cadáver, los agentes denominados acelerantes, conservadores y/o retardantes se encargarían de ajustar al promedio en cuanto al tiempo, que dure este primer proceso, e incluso después de las 24 horas en cuando el cadáver puede llegar a tener la temperatura ambiente.

El proceso de apergaminamiento es la apariencia amarillenta, espesa y seca de la piel, y el dios de la muerte maya Ah Puch la mantenía, en varias zonas corporales podría observarse las ligeras arborizaciones vasculares, lo que es muestra del proceso de cadaverización que sufre este dios.

En cuanto a la delgadez presente en el Ah Puch, mas que todo en sus manos y pies, es muestra de la deshidratación de los tejidos, que al afectar su piel y sus mucosas, provoca una retracción lo que origina el crecimiento continuo de las uñas y el cabello aun este en descomposición o, o en alguna etapa  postmortem.

En Ah Puch se puede visualizar la extrusión del globo ocular, debido a los gases producidos por las bacterias, mientras que en una persona el proceso de muerte hace que la tela glerosa corneal y la transparencia de la misma, se opacan por la deshidratación, pierde su brillo, y la mancha esclerótica u ocular se presencia.

En las extremidades inferiores de Ah Puch es muy posible que se encuentren representadas flictenas que dan paso a la desepitelización, como si fuera un vestido al cual se le revientan las costuras, esto es un desprendimiento de las mucosas, según sea el tipo de tejido afectado,  literalmente, un desprendimiento en trozos de la epidermis del cadáver la cual queda expuesta al reventarse las bulas o flictenas.

Es la corificación, en la cual la piel del cadáver da la apariencia de estar curtida y a este se le denomina como la momificación, si se diera el caso obviamente, la piel se seca de manera progresiva, y se adhiere al hueso, es entonces cuando se puede ver un cadáver de color entre cenizo y oscuro, aunado a ello los climas cálidos y secos favorecen esta condición.

Fenómenos cadavéricos químicos

Esta característica se presenta entre los primeros 30 y 180 minutos post mortem y funciona como parte de un proceso gradual de bloqueo que dificulta la movilización de las articulaciones, se denomina como la rigidez cadavérica o rigor mortis, donde el cadáver alcanza su máxima rigidez en promedio a partir de las 12 horas post mortales, mientras en el dios de la muerte maya Ah Puch se nota la mandíbula descendida.

Siendo esto común en los cadáveres que relajan el musculo masetero y provoca el descenso de la mandíbula, de hecho por ello es que en la mayoría de las veces se coloca una venda u otras telas en el maxilar inferior, para asegurar la apariencia del cadáver.

Fenómenos cadavéricos biológicos (microbianos)

Si observamos con detenimiento el vientre abultado del dios de la muerte maya Ah puch, podemos notar que se encuentra lleno de gases formados por las bacterias, ya que los puntos negros de las extremidades son símbolo de bulas o flictenas de la piel, como su nombre indica el apestoso, es común que su olor sea nauseabundo, fétido que por lo reglamentario es signo de las floras bacteriana hicieron su trabajo al morir en su descomposición paulatina y progresiva.

Estos agentes microbianos son principalmente aerobios, que se consumirán el poco oxigeno existente en el cadáver, y una vez invadido el cuerpo, los gérmenes anaerobios harán lo suyo, hasta producir gases que al propagarse, buscarán por dónde salir, otra característica que en el dios de la muerte maya resalta son las uñas de sus pies crecidas, correspondiendo a la deshidratación de la piel, que se retrae y sale las uñas más de lo normal,  y con lo cual tenemos el retrato completo de un cuerpo en franca descomposición.

Tenemos para concluir en cuanto a las comparaciones con la representación de Ah Puch sugiere de forma metafórica a la muerte, también alude notoria y evidentemente a la destrucción física de todo cuerpo al fallecer, siendo de relevante importancia la exactitud al destacar en una imagen los fenómenos cadavéricos y las fases de la descomposición.

dios de la muerte maya

La importancia de la muerte maya

En la civilización maya viene dada por mas de 3000 años atrás, estos concebían al universo como el cosmos, y este estaba compuesto por 13 cielos, dentro ellos los más importantes eran el cielo la tierra y el inframundo, cada unos de los cielos lo gobernada tres dioses, Oxlahuntikú, pero bajo la tierra habían 9  capas más, las cuales lo presidían los Bolontikú, y el último de estos cielos era el llamado Xibalba o Mitnal, como infierno o purgatorio maya y lo gobernaba Ah Puch  el dios de la muerte y las enfermedades.

Los antiguos habitantes mayas por medio de sus creencias decían que después de la muerte, el alma emprendía un camino al Xibalbá, o Inframundo, donde debía atravesar un río ayudado de un perro de nombre el xoloitzcuintle, entre muchas otras pruebas, las que cada dios de la muerte maya le ponía como castigo, si alguno de estos se llevaba una pieza de jade las cosas al mundo más bajo, les serían más fáciles las pruebas.

El camino al peregrinaje terminaba cuando el alma llegaba a el inframundo en la cultura maya se relaciona con el sur y el color amarillo, a pesar de que hay un paraíso en el cielo donde las almas agraciadas, y mayormente eran las almas de los guerreros muertos en combate, que según ellos morían de forma sagrada, estas almas acompañaban al Sol, por el contrario en el inframundo habitaba el dios de la muerte maya y las enfermedades Ah Puch.

Existen diferentes tipos de muerte sagrada en Mesoamérica, específicamente se ubicaban las mujeres embarazadas que morían en su primer parto por problemas de salud, las personas ahogadas, suicidadas, muertas de lepra o sacrificadas y, por último, los guerreros muertos en batalla, pues la calidad de vida no importaba tanto como la forma de morir, pero al final de todo las almas de los que morían sagradamente también descendían al inframundo.

Los mayas creían en la vida después de la muerte, pues la vida era un tiempo sin fin, Para los mayas la vida y la muerte son complementos indispensables. La doctora dice Vera Tiesler, investigadora de la Universidad Autónoma de Yucatán, explica que para los mayas, la muerte no era un destino final, sino que "tienen la noción del devenir constante, por ello, hay fases de destrucción y fases de creación”.

Todos tenemos componentes anímicos  que son totalmente independientes del cuerpo, no son cuantificables y se encuentran en el cuerpo entero y en el aliento, de modo que el corazón no es un elemento unitario, sino un flujo anímico capaz de difundirse por diversas partes del cuerpo, sin embargo en la muerte, algunos de estos componentes anímicos se destruyen con el cuerpo, y otros pocos regresan el día de los fieles difuntos,  y otros más viajan al Xibalbá junto con el cuerpo físico.

Al lugar que viajan son limpiados, y exonerados de toda transgresión e historia personal, para ser reinsertados en un elemento o individuo diferente para el inicio de una nueva vida. El hombre en la cultura maya está concebido como una naturaleza dual, dicho de otra forma, la unión del cuerpo  y la identidad anímica, que se separan en el momento de la muerte para habitar en los sitios del cosmos, entre ellos el inframundo, llamado Xibalbá, que se traduce como el lugar donde se desvanecen, o toman el lugar que se ganan.

El descenso al inframundo

Como la vida de los mayas estaba concebida como cíclica  existe en un espacio cósmico sostenido por las ramas, tronco y raíces de una monumental ceiba o árbol sagrado, considerado por esta emblemática cultura el eje del mundo, el árbol la ceiba es el puente de comunicación entre tres niveles de existencia cielo, tierra e inframundo.

El Popol Vuh como libro sagrado de los mayas, describe el descenso al inframundo como un camino de pruebas a sortear, por ello indica que para llegar ahí, es necesario bajar por unas escaleras muy inclinadas, atravesar ríos rápidos, de sangre y de agua, y pasar por unos jícaros espinosos, llamados también los cenotes, así como también cuevas rocosas, cavernas y volcanes.

Para ellos atravesar el agua representa la destrucción de una vida, y el retorno a un estado original y renacimiento, mientras baja al inframundo significa adquirir conocimiento magistral por medio de las pruebas, porque el inframundo un lugar fértil y acuático. Lo sacerdotes y chamanes llegaban al inframundo a través de los ríos, los ojos de agua.

En el último nivel del inframundo el cuerpo se termina de deshacer y se convierte en esqueleto, a diferencia de los cristianos, para los mayas, lo sagrado está en interior de la tierra, donde surge la vida, y no en el cielo.

Los dioses que traen las enfermedades y muerte

Los mayas creían que hasta el mismo día de su muerte estaba determinado por los dioses del Xibalbá o inframundo El Popol Vuh explica que inclusive eran estas divinidades quienes enviaban las enfermedades que matan a los hombres, como por ejemplo cada deidad transmitía una enfermedad diferente, por lo que tenemos que:

  • Los dioses Ahalpuh y Ahalganá hinchaban a los hombres, esta era hidropesía o los volvían amarillos y era hepatitis.
  • Hamiabac y Chamiaholom hacían adelgazar a los hombres,  los que padecían de  anemia.
  • Ahalmez y Ahaltocob provocaban los accidentes cuando los hombres regresaban a sus casas.
  • Xic y Patán causaban una muerte repentina, oprimiéndoles el pecho a los hombres hasta que vomitaban sangre, lo que era un infarto al miocardio.

El entierro

Existían las celebraciones de los entierros mayas, basados en el proceso donde la persona deja la vida material y regresa a la vida anímica, para ello se enaltecía y veneraba la tierra, con las dos diferencias sociales, como lo eran las los grandes jerarcas se les hacían tumbas especiales y mientras que  personas fallecidas comunes eran enterradas en los patios de sus casas, o en cualquier terreno familiar.

Las celebraciones y suntuosidad  fúnebres de los jerarcas eran para todo el pueblo y duraban dos o tres días, a estos  cuerpos se les acostumbraba a  sepultarlos amortajados, cubiertos con especia de un pigmento rojo antes de ponerlos en sus tumbas, se le introducía una abundante cantidad de objetos suntuarios, incluyendo cuerpos de personas sacrificadas.

El sacrificio humano para los mayas era aceptado y dado  como la máxima expresión religiosa y cultural, que permitía la intervención de los dioses y garantizar el bienestar colectivo, en cuanto a la siembra, los tiempos del clima, la estabilidad de los pueblos,  mientras que las ofrendas le facilitaban el paso del fallecido al más allá y ostentaban el poder del jerarca.

Para finalizar debemos enaltecer la importancia de la muerte en México, ya que esta los representa como el viaje de la vida mas alla de la muerte, tradicionalmente todos los mexicanos mantienen el ritual de la muerte como una celebración, donde se reencuentran con los seres queridos que han fallecido, y de esta manera lo aceptan como un proceso de evolución, recuerdan los momentos y experiencias vividas con el o la difunta.

Por otro lado el aceptar la muerte como un proceso inevitable y adorarlos,  los mantiene unidos por un lazo familiar indestructible, donde se sienten totalmente identificados con sus raíces, y de esta manera no sienten la pérdida como un dolor, si no por el contrario lo asumen como que esa persona esta en un plano mejor, con posibilidades de estadía y armonía, por ello les colocan las ofrendas y todo lo necesario para subsistir al otro lado del mundo.

Preguntas frecuentes

  • ¿Cuántos eran los dioses que creían los mayas?
Eran  30 dioses mayas principales y algunos de ellos son Hunab Ku, Chaac (dios de la lluvia), Itzamná (sabiduría), Pawahtún (cargador del cosmos), Ixchel (amor), Kinich Ahau (sol), Yum Kaax (maíz) o Kauil (del fuego).
  • ¿Cómo adoraban a los muertos los mayas?
Cuando moría una persona maya, era enterrado en cualquier espacio familiar, exceptuando si era jerarca se le elaboraban tumbas especiales, pero en ambas circunstancias el espacio debía ser enmarcado con piedras de diferentes tamaños y formas, se introducían lo que ellos creían que era necesario para el difunto en su travesía y luego eran selladas, para continuar con los rituales según el dios que correspondiera.
  • ¿Por qué desaparecieron los mayas?
Aunque parezca increíble y bajo millones de estudios realizados por los historiadores, los cuales aun persisten en conseguir el motivo de su desaparición, y este constituye uno de los misterios mas importantes y populares de la historia maya, sin embargo algunos relatores indican que fue debido a la sequía, y a las condiciones atmosféricas de los espacios, sin dejar a un lado la visión de la intervención de los dioses mayas.
  • ¿Quién es el Dios de la vida para los mayas?
Es importante resaltar que así como había un dios de la muerte, también existía uno que era el encargado de la creación de la vida, el que poseía el control absoluto del origen de la vida, este llevaba por nombre Quetzalcóatl, que  según la mitología tolteca, era y es la máxima manifestación de su cultura desarrollada en toda Mesoamérica.
  • ¿Cómo se crearon los dioses mayas?
Los principales creadores según la mitología maya,  fueron el dios Tepeu quien es el encargado del cielo y el creador de la humanidad, conjuntamente con Kukulkán que es el dios de las tempestades, hacia vida por medio del agua y, aunado a ello, luego de creados los seres humanos les enseñó a producir fuego, entre otras cosas para poder subsistir.
  • ¿Cuál es la cosmovisión maya?

Todo lo que se encuentra a la vista y lo que no se encuentra al alcance de los mayas es bajo la creación de los dioses, lo que se encuentra en su naturaleza, todo está interrelacionado de manera perfecta por el universo, que está dispuesto para los seres humanos, bajo las condiciones que los mismo dioses impusieran.

  • ¿Cómo se escribe día de muertos en maya?
Los mayas tenían la creencia de que la muerte era parte de la vida por ello, y lo celebraban como el Hanal Pixán, que significa “Comida de las almas”, día en el cual hacen festividades recordando a los parientes y amigos que se han fallecido.
  • ¿Qué cultura es más antigua la maya o la inca?
Por la concepción central en cuanto a la creencia de la naturaleza en todas sus formas,  definitivamente es la cultura maya la mas antigua, ya que a raíz de ella, son los más experimentados en agricultura, orfebrería y arquitectura., se dieron a conocer por la ambigüedad de combinar la mitología y aplicarlo en toda la vida cotidiana y en algunos de los pueblos  aún se mantiene.

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